El profesor de Iker le manda fichas de deberes para hacer en casa. Su maestro le recomienda que en la ficha ponga correctamente el nombre para identificar de quién es y, sobre todo, que lea muy, muy bien la pregunta antes de comenzar para no hacer mal el ejercicio.
Para los niños, una ficha es la hoja de deberes con las instrucciones del profesor. Un término que tiene mucho que ver, como explican desde Self Bank, con un fondo de inversión y que es uno de los conceptos económicos que forma parte del proyecto de educación financiera Pequeños Inversores, puesto en marcha por el banco junto a 25 gestoras de fondos.
¿Por qué es tan importante leer la documentación legal de un fondo antes de invertir? Básicamente, porque necesitamos entender qué estamos comprando. Existen muchos tipos de fondos, que invierten en distintos activos, sectores, países… y con distinto nivel de riesgo. Cada inversor tiene un determinado perfil y circunstancias personales y debe seleccionar los fondos que mejor se adaptan a él.
En algunos fondos parece fácil intuir en qué estamos invirtiendo (Ej. fondo España Renta Variable), pero en otros, no resulta tan evidente (Ej. fondo Estrategias Alternativas). La ley exige que, antes de invertir, se entregue al partícipe la ficha o DFI (Datos Fundamentales para el Inversor), que es el documento en el que se describe:
- El tipo de activos en el que invierte el fondo, es decir, su política de inversión.
- El resto de sus características: comisiones, liquidez y riesgo; como el horizonte temporal recomendado, la inversión mínima, el nivel de riesgo, las comisiones del fondo, la rentabilidad histórica, entre otras.
Antes de invertir en un fondo, se debe consultar siempre la información del mismo. Para ello, Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) obliga al comercializador a poner a disposición del cliente el DFI antes de la compra, además del informe semestral.