A veces puede darse por sentado que el inversor conoce algunos términos relacionados con la renta fija que, sin embargo, no son tan conocidos ni tan intuitivos de conocer. Podemos entender los conceptos básicos de este mercado, pero hay muchos tipos de emisiones diferentes. Sabemos que el mercado está básicamente constituido por bonos emitidos por entidades públicas o privadas. Dependiendo de que el emisor sea público o privado, se denominará en muchos casos a estas emisiones como Deuda (publica) o Crédito (privado). Pero ¿cuántas variedades pueden encontrarse sobre el mismo tema?
El plazo de la emisión, por ejemplo, sabemos que puede ser corto o largo. Pero en cada uno de estos tramos las opciones son también diversas y un fondo puede invertir en cualquiera de ellas. Centrémonos en los plazos de menor duración, poniendo la lupa en el tipo de activos que normalmente encontraremos en un fondo monetario. Este tipo de fondos, según la definición de VDOS, invierte en activos del mercado monetario y renta fija, con una duración media inferior o igual a 12 meses y una ausencia total de exposición a renta variable.
De los títulos de Deuda Pública, las Letras del Tesoro son la que tienen un plazo más corto. Como su nombre hace intuir, su emisión corre a cargo del Tesoro Público, para quien constituye su principal fuente de financiación y que se emiten a plazos de 3, 6, 9 o 12 meses. Las Letras del Tesoro se emiten al descuento, lo que supone que su precio de adquisición es siempre inferior al de su valor nominal (1.000 euros) y se establece a través de una subasta del Tesoro, a la que sólo pueden acudir los miembros del mercado primario.
El inversor individual sólo podrá acceder a los títulos a través del mercado secundario, que permite la compra/venta de títulos en cualquier momento antes de su vencimiento, creando liquidez en este mercado. Al vencimiento de la Letra el titular recibe el nominal. La diferencia entre el precio pagado y
el nominal recibido, es la ganancia generada por la inversión o, lo que es lo mismo, la prima que el Tesoro paga al comprador de la Letra por el préstamo recibido durante el plazo establecido.
Otro tipo de activo que se incorpora con frecuencia a una cartera de un fondo monetario son los depósitos bancarios. Se conocen también como cuentas remuneradas y, en el pasado, han sido la opción de preferencia de las familias españolas por sus especiales características de riesgo nulo o muy reducido.
En un depósito a plazo fijo, un cliente de la entidad que dispone de un capital que no necesita para el futuro cercano, decide rentabilizarlo depositándolo en una entidad bancaria durante un periodo de tiempo dado, a cambio de la obtención de una rentabilidad periódica estipulada en las condiciones del contrato. Si por cualquier razón el plazo no fuera respetado por el cliente, porque necesite el dinero antes de lo esperado, sufrirá habitualmente una penalización que puede suponer una merma sustancial de su rentabilidad. En esencia, los depósitos constituyen la base de la banca tradicional, ya que es lo que les permite disponer de fondos para poder prestar a un tercero.
También a corto plazo puede optarse para incluir en una cartera títulos de Pagarés, por los que el emisor se compromete a pagar una suma al adquiriente antes de una fecha determinada. Normalmente es un documento privado entre ambas partes, pero puede ser utilizado como instrumento público, denominándose Título de Crédito porque el tenedor (adquiriente) podrá exigir el cumplimiento del pago de este dentro de los términos acordados. Los Pagarés con vencimiento de hasta 12 meses podrían formar parte de la cartera de un fondo de inversión Monetario.
Hay otro factor que diferencia unos fondos monetarios de otros y que pueden jugar un papel importante en las rentabilidades que generan: la divisa. Las emisiones de Letras del Tesoro o Pagarés pueden realizarse en diferentes divisas, dependiendo fundamentalmente de la localización del emisor. Una emisión de Letras del Tesoro de EE.UU. estará denominada en dólares estadounidenses; si la emisión es suiza, en francos suizos, o en libras esterlinas si fuera el Tesoro Británico el encargado de emitirla. En el caso de los países del Euro, la emisión será en euros.
Puesto que hay un mercado de divisas muy activo, es importante tener en cuenta las expectativas de evolución de la divisa en cuestión, respecto al euro, para que no nos encontremos con una sorpresa desagradable cuando decidamos reembolsar el patrimonio invertido en el fondo. Esto es algo que es de aplicación a todo tipo de fondos y que debe tenerse muy en cuenta antes de optar por un fondo en concreto. Adquiere mayor importancia cuando se trata de divisas que potencialmente pueden tener un comportamiento más volátil en el mercado, como puede ser el caso de los mercados emergentes.
Paula Mercado, directora de análisis de VDOS