La CNMV ha hecho pública su Nota de estabilidad financiera correspondiente al mes de diciembre de 2023, en la que se recoge que el descenso del indicador de estrés de los mercados financieros se prolongó, hasta quedar en el 0,24. Esto supone situarse en la zona de riesgo bajo, al perforar el límite con el riesgo medio, situado en 0,27. El nivel máximo alcanzado el año pasado fue de 0,44.
El estudio también desvela que los mayores niveles de estrés se observan en los segmentos relacionados con los instrumentos de renta fija -mercados monetarios y deuda- debido, sobre todo, a los repuntes de volatilidad. Además, en el segmento de intermediarios financieros (bancos), el nivel de estrés ha mostrado una cierta resistencia a la baja, «pues el efecto de la recuperación de las cotizaciones se ha visto compensado por el leve aumento de la volatilidad», según recoge el informe de la CNMV, que, también destaca el sustancial descenso del estrés en el segmento de renta variable no financiera: se sitúa en 0,25, pero llegó a 0,04 a finales de diciembre.
Las fuentes de incertidumbre que se ciernen sobre el sistema financiero, según el estudio, están relacionadas con la prolongación de tipos de interés elevados, con el uso creciente de los últimos desarrollos tecnológicos aplicados a las finanzas y con la existencia de incertidumbres geopolíticas.
El mantenimiento de los tipos de interés en niveles relativamente altos —aunque algo inferiores a los de 2023— supone prolongar en el tiempo el esfuerzo financiero de familias y empresas más endeudadas y, en consecuencia, puede afectar al riesgo de crédito.
También existe riesgo de reajuste o reevaluación de expectativas en los mercados en función de la evolución económica: el uso creciente de desarrollos tecnológicos aplicados a las finanzas tiene multitud de vertientes, que van desde el ámbito de los criptoactivos hasta los riesgos cibernéticos pasando por los temas relacionados con la inteligencia artificial generativa. «Todas estas parcelas podrían ser fuentes potenciales de inestabilidad para el sistema financiero y, por tanto, de interés creciente para los reguladores y supervisores financieros», recoge el informe de la CNMV.
Finalmente, la presencia de incertidumbres geopolíticas relevantes podría generar espirales negativas en los mercados y, por lo tanto, de pérdida de confianza.
Riesgos de la IA generativa en los mercados
El estudio de la CNMV dedica un apartado específico a los riesgos que presenta la inteligencia artificial generativa. Desde el punto de vista de los riesgos que se perciben para la estabilidad financiera, los principales focos de interés serían los relacionados con la homogeneización de la valoración de riesgos y decisiones de inversión por parte de los inversores, que, en parte, «respondería a la concentración de proveedores de IA». Esta homogeneización implica mayor grado de efecto rebaño, según el estudio, y, por consiguiente, mayores interconexiones y prociclicidad. «Por tanto, un shock adverso podría tener una repercusión más grave
en el conjunto del sistema financiero».
Otro foco de riesgo estaría relacionado con la ciberseguridad. Existe el riesgo, según la CNMV, de que los datos que alimentan los modelos de IA sean manipulados, sustituidos, falseados, etc., si se materializa un ataque cibernético. En este caso, las decisiones financieras de los agentes se podrían desviar sustancialmente de las que se habrían tomado con datos apropiados. «De nuevo, estos inversores pueden originar espirales negativas en los mercados en determinadas situaciones», afirma el supervisor de los mercados españoles.
Por último, existen riesgos derivados del modelo. Se refieren, sobre todo, a aquellos relacionados con los sesgos de los resultados de algunos modelos o de los que, en general, no estén bien entrenados. En estos casos podría haber una valoración errónea de los riesgos y, por tanto, un aumento de la probabilidad de turbulencias en los mercados, con el consecuente riesgo para la estabilidad financiera.
Riesgos del mercado de deuda
La CNMV también dedica en esta última nota de estabilidad financiera de 2023 un punto destacado a los riesgos de mercado de los activos de deuda. El organismo admite que este riesgo se ha moderado, al haberse dado por concluido el proceso de endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, «no se pueden descartar episodios de reajustes en los precios de los activos si se producen cambios en las expectativas de los agentes, por lo que este riesgo sigue siendo relevante para la deuda corporativa high yield con peor calificación crediticia y la deuda subordinada».
Asimismo, aquellas compañías con una estructura financiera más débil -especialmente pymes- y mayor apalancamiento podrían verse más afectadas por el incremento de sus costes financieros y su prolongación en el tiempo, según la CNMV, sobre todo en un escenario de ralentización económica.
Una situación parecida podría llegar a acontecer, en general, para todos aquellos agentes más endeudados, «incluidas las economías más vulnerables, con mayores niveles de deuda e importantes desequilibrios fiscales, pues el aumento de los tipos de interés ha dado lugar a un incremento significativo del servicio de la deuda y podría suponer un endurecimiento sustancial de las condiciones de acceso a nueva financiación».
Con estas premisas en la mano, la CNMV reitera que los efectos potenciales que podría representar un previsible aumento de las primas de riesgo exigidas por el mercado en un escenario adverso sobre los precios y la valoración de algunos activos, circunstancia que es más relevante en algunas carteras.