La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho pública la Nota de estabilidad financiera correspondiente a diciembre de 2024, en la que se recoge que el indicador de estrés se mantuvo en zona de riesgo bajo durante el segundo semestre de 2024, al igual que el primero, excepto en los primeros días de agosto debido a las turbulencias que atravesaron los mercados en dicho periodo. Este indicador proporciona una medida en tiempo real del riesgo sistémico del sistema financiero español al evaluar y agregar un total de 18 indicadores en seis segmentos del sistema financiero (renta variable, renta fija, intermediarios financieros, mercado monetario, derivados y mercado de cambios).
El indicador cerró el año en un nivel de 0,13. Además, la CNMV evaluó en 2024 tres posibles cambios en las métricas que conforman el indicador general y decidió adoptar dos de ellos. Desde el 1 de enero de este año la CNMV publica la versión revisada del indicador. En los primeros días de 2025 el indicador registró un leve repunte hasta un nivel de 0,21 debido al aumento en las métricas que representan la volatilidad en los diferentes segmentos.
Las fuentes de riesgo más relevantes apuntan, sobre todo, al mantenimiento de los riesgos geopolíticos en niveles muy altos debido a la coexistencia de varios de ellos entre los que destacan los conflictos armados en Ucrania y en Oriente Medio, la inestabilidad política en Francia y Alemania, las relaciones económicas con China, la posibilidad de tensiones comerciales y otras incertidumbres derivadas de la posición de la nueva administración de Estados Unidos.
También se destacan otras fuentes de riesgo relevantes derivadas, por ejemplo, de la posible divergencia que puede tomar el rumbo de las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico y de la expansión del sector de las nuevas tecnologías, acentuando, en esta ocasión, los riesgos asociados a las criptomonedas, tras el reciente rally que muestran sus precios.
En el ámbito de la evaluación de los riesgos financieros más típicos, continúa sobresaliendo la percepción sobre el riesgo de mercado en los activos de renta variable, especialmente en los mercados con un mayor potencial de sobrevaloración. El riesgo de crédito se habría atenuado parcialmente, a la vista de las rebajas realizadas en los tipos de interés, que ya se están traduciendo en una mejora de las condiciones de financiación de los agentes.
En el ámbito de la IFNB la evaluación del riesgo de liquidez y de apalancamiento no revela ninguna vulnerabilidad relevante en términos de estabilidad financiera. La evaluación de otros riesgos en este ámbito indica que existe un grado muy elevado de interconexión entre los fondos si se atiende a medidas que valoran la similitud de las carteras de renta fija.
El documento incluye datos relevantes de los mercados españoles, entre ellos, sobre la participación de los inversores minoristas en mercados, «que continúa al alza: concentraron el 7,7% de las operaciones de compra de acciones del Ibex 35 y el 9,2% de las operaciones de venta, frente al 7,4% y 8,9%, respectivamente en 2023».
También, sobre fondos sostenibles y las emisiones ASG, de tal manera, que los activos de las IIC con características de sostenibilidad (aquellas acogidas al artículo 8 y 9 de acuerdo con el Reglamento SFDR) mantienen su relevancia en el total del sector. Además. el total de emisiones de deuda con características ASG realizadas por los emisores españoles en 2024 fue de 20.570 millones de euros, con lo que superan el valor registrado en 2023 por 16.796 millones.
Y también sobre el mercado de criptoactivos, que creció significativamente en 2024, especialmente en los últimos meses, «alcanzando máximos históricos en términos de capitalización por encima de 3,7 billones de dólares en diciembre».