El Fondo de Reserva de la Seguridad Social alcanzó, a 31 de mayo, los 7.022 millones de euros, lo que supone el nivel más alto desde 2018. La cifra se puso de manifiesto en la 29ª reunión de la Comisión de Seguimiento, que preside el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez.
La conocida como hucha de las pensiones, que cerró 2023 con 5.578 millones de euros, ha recibido en lo que va de este año aportaciones por un valor de 1.373 millones de euros, gracias al Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que entró en vigor en 2023.
Además de Suárez, estuvieron presentes en la reunión por parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el director general de la TGSS, Andrés Harto, y la interventora general, Sonia Pérez-Urría.
Esta comisión también está compuesta por representantes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y del Ministerio de Hacienda, así como de las organizaciones empresariales (CEOE y Cepyme) y de las sindicales (UGT, CCOO, CIG y USO).
¿Qué es el Mecanismo de Equidad Intergeneracional?
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es un sistema que sustituye al Factor de Sostenibilidad recogido en la reforma de 2013 para garantizar la financiación de las pensiones. A diferencia del Factor de Sostenibilidad -que calculaba las prestaciones en función del aumento de la esperanza de vida- el MEI solo se activará si es necesario y de forma temporal.
El objetivo del nuevo mecanismo es tratar de repartir de un modo equilibrado entre generaciones el esfuerzo de financiación de las pensiones. En la actualidad, estas se encuentran tensionadas por el envejecimiento de la población: el Instituto Santalucía recuerda ya que hoy solo hay 2,3 cotizantes por pensionista, cuando hace cuatro décadas la ratio era del 5,3 y no se descarta que la tasa alcance la ratio de un trabajador por pensionista en el futuro. «Lo que significa el actual modelo de financiación no es sostenible en el tiempo, más aún con el aumento de la longevidad, la llegada a la jubilación de la generación más numerosa, la del baby boom, y la baja tasa de natalidad», apuntan desde Santalucia.
El diseño del Mecanismo de Equidad Intergeneracional está recogido en la segunda parte de la reforma de las pensiones de 2023 y establece dos componentes:
1.- Reactivación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para financiar el sistema a través de las aportaciones de los trabajadores entre 2023 y 2032. Esa aportación será de un 0,6% de la cotización por contingencias comunes, el equivalente a un aumento de 11,86 euros mensuales para una pensión de jubilación media, repartida entre empresa (0,5 puntos porcentuales o 9,89 euros) y trabajador (0,1% restante, 1,97 euros).
Esta partida servirá como un colchón en el caso de que ser prevea un desvío del gasto en pensiones para 2050. De ocurrir este escenario, la llamada hucha de las pensiones, que hoy cuenta con 7.000 millones, se activará en 2033. De no ser necesario utilizar esta “válvula de seguridad”, el acuerdo alcanzando señala que el Fondo se utilizará para reducir cotizaciones sociales o mejorar la cuantía de las pensiones.
2.- Si a partir de 2033, los informes de envejecimiento de la Comisión Europea (Ageing Report) revelan una desviación de la previsión de gasto en 2050, se utilizará el Fondo, con un límite anual del 0,2% del PIB. En caso de que el importe fuera insuficiente, tanto el Gobierno como los agentes sociales deberán realizar una propuesta para aumentar los ingresos del sistema al Pacto de Toledo.