La educación financiera está en el foco del Consejo de la Unión Europea. El organismo, en su reunión del 14 de mayo pasado, recuerda que los resultados del Eurobarómetro 2023 mostraron que los niveles de cultura financiera en la UE son bajos y difieren significativamente entre los distintos estados miembros.
Por este motivo, el Consejo quiso poner de relieve las conclusiones de la sesión especial del Consejo Europeo celebrada los días 17 y 18 de de abril de 2024, en la que los dirigentes de la UE, entre otras cosas, pidieron “avanzar sin demora los trabajos en el Consejo y en la Comisión sobre la creación de un un entorno de inversión atractivo y favorable al consumidor y promover una cultura del inversor entre los los ciudadanos de la UE, en particular reforzando los conocimientos financieros de los ciudadanos y promoviendo iniciativas de sensibilización”, entre otros aspectos y en el contexto de la Unión de los Mercados de Capitales.
De esta forma, el organismo reconoce que la alfabetización y la inclusión financieras son importantes para mejorar el bienestar financiero de los ciudadanos de la UE y destaca que esta preocupación está en consonancia con el objetivo del plan de acción de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) 2020 de la Comisión Europea de capacitar a los ciudadanos mediante la educación financiera.
No en vano, el propio Consejo admite que observa que las personas con educación financiera toman decisiones más informadas sobre sus propias finanzas y están mejor preparadas para prepararse e invertir para el futuro, incluida la jubilación y otros proyectos de inversión, “fomentando así una mayor participación minorista en los mercados de capital mercados de capitales, contribuyendo así también a una mayor estabilidad financiera”, según recoge el comunicado posterior a la reunión.
Con estas premisas en la mano, alienta a los estados miembros, y a los organismos competentes, a que integren la educación financiera en los planes de estudios escolares con el objetivo de abarcar conceptos clave y adquirir competencias adecuadas a su edad “a fin de prepararlos mejor para el futuro”, señala el documento. Al tiempo que respeta la responsabilidad de los estados miembros, les insta a que desarrollen programas de educación financiera tradicionales y digitales y de materiales de aprendizaje para actividades escolares y extraescolares, incluidos juegos de educación financiera.
También hay menciones especiales para las capas de población menos favorecidas. Entre ellas, los más mayores. De esta forma, el Consejo de la Unión Europea invita a los estados miembro a que aborden la cuestión de los bajos niveles de alfabetización financiera mediante el desarrollo de estrategias integradoras, “prestando especial atención a las necesidades de los grupos de adultos identificados como menos alfabetizados o vulnerables desde el punto de vista financiero, incluidas, entre otras, las personas con ingresos más bajos y las personas con niveles más bajos de educación general, así como migrantes y personas con discapacidad”.
Invita, por lo tanto, a que identifiquen la vulnerabilidad financiera en su contexto y alienta a los estados a que aborden también las necesidades de las personas mayores, “que se enfrentan a un alto riesgo de aislamiento social y físico y se sienten menos cómodas con los servicios financieros digitales, lo que las hace especialmente vulnerables a determinados tipos de fraude y exclusión financiera”.