En este contexto de alta inflación, poner los ahorros a trabajar se convierte en un paso obligatorio si no queremos perder poder adquisitivo. Sin embargo, a la hora de tomar esta decisión, los ahorradores se encuentran con un muro: la falta de educación financiera. Según un estudio del Foro Económico Mundual, el 40% de los no inversores ha decidido no invertir porque no sabe cómo hacerlo o lo encuentra demasiado confuso.
Con el objetivo de fomentar la participación de los minoristas, el informe recoge una serie de recomendaciones para que los mercados de capitales y la sociedad trabajen juntos con el fin de contribuir a que crezca la riqueza de más individuos de manera responsable.
Educación financiera y mejora de la formación de los inversores. La educación financiera personal -desde el establecimiento de un presupuesto hasta el aprendizaje de cómo asegurar la propia jubilación- es fundamental para crear riqueza de forma responsable. Los agentes del sector deben centrarse en aumentar los conocimientos financieros básicos, promover estrategias de inversión responsables y mejorar la planificación proactiva de la jubilación al margen de las pensiones.
Pero no basta con proporcionar información, sino que el contenido debe ser adecuado a su finalidad y debe procurarse que sea lo más comprensible posible. Tanto los responsables políticos como los agentes del sector privado deben mejorar sus tácticas para satisfacer los deseos de los inversores actuales.
Asesoramiento personalizado y orientado a los resultados para todos. Las soluciones que ofrecen actualmente las instituciones financieras suelen estar aisladas y no siempre tienen eco entre los inversores. Los que se encuentran en los umbrales de riqueza más bajos suelen tener pocas opciones para obtener asesoramiento financiero: el 80% de los inversores actuales afirman que poder hablar con un asesor es esencial para tomar una decisión de inversión, pero sólo el 48% puede recurrir a un asesor financiero o gestor de patrimonio para obtener asesoramiento.
Todos los inversores deberían tener acceso a las herramientas y la orientación que necesitan para participar con éxito en los mercados de capitales. Esto debe incluir a los inversores de todos los niveles de renta y patrimonio. El sector debe ampliar el acceso al asesoramiento personalizado y escalar los servicios para prosperar y satisfacer la creciente demanda de los inversores minoristas; esto debe ocurrir en todos los tramos de riqueza.
Colaboración y asociaciones público-privadas. Será necesaria una mayor colaboración en todo el sector, incluidas las asociaciones público-privadas. Las agencias de valores, los gestores de patrimonios y las bolsas son esenciales para este esfuerzo debido a su proximidad a los inversores minoristas y a la rapidez con la que pueden introducir cambios. Desde los esfuerzos educativos hasta las iniciativas para reducir las barreras de entrada de los inversores minoristas, las asociaciones público-privadas serán esenciales.
«El aumento de la participación en el mercado y la potenciación de los inversores minoristas tiene que incluir la colaboración de todas las partes interesadas», señala Kathleen O’Reilly, directora global de Accenture Strategy. «Las instituciones financieras, especialmente, desde los directivos hasta los gestores de patrimonios individuales, deben desempeñar un papel fundamental a la hora de ofrecer esfuerzos de educación relacionados, además de los productos de inversión que ayudarán a los inversores a ser más inteligentes y seguros».