Durante el confinamiento y los meses posteriores en los que nuestra vida social se redujo al máximo, los hogares españoles alcanzaron tasas de ahorro históricas. En 2020, se situó cerca del 18% de su renta bruta disponible, un nivel muy superior al observado, en promedio, en los cinco años anteriores, según ha destacado Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, en la presentación del IV Observatorio de Ahorro e Inversión.
Según relata, a pesar de que en 2021 la incidencia de la pandemia sobre la economía se moderó, y por tanto el ahorro de los hogares descendió, este siguió siendo todavía elevado desde una perspectiva histórica. Sin embargo, desde finales de 2021 el flujo de ahorro de las familias se ha reducido de forma muy notable, en un contexto marcado por una inflación acusada, en el que el consumo nominal ha crecido a un ritmo más elevado que el de las rentas. Como resultado, la tasa de ahorro de los hogares en el tercer trimestre de 2022 se situó incluso por debajo de los niveles observados en los años previos a la pandemia.
Los abultados niveles de ahorro observados en la fase más aguda de la pandemia fueron el reflejo de una caída del consumo de los hogares -superior al 12% en 2020- mucho más acusada que la de las rentas, que estuvieron parcialmente sostenidas por las ayudas públicas desplegadas para mitigar los efectos de la pandemia, explica la experta. Según destaca, el factor más relevante a la hora de explicar el desplome del consumo (y el consecuente incremento del ahorro) fue el de las restricciones sanitarias, que supusieron un obstáculo para el gasto.
Distribución desigual del ahorro
Cabe destacar que el aumento del ahorro registrado no se distribuyó de forma homogénea entre los hogares. Por el lado del gasto, las restricciones impuestas afectaron más a los patrones de consumo de los hogares de mayor renta, en cuya cesta pesa más el consumo en hostelería y ocio.
Por el lado de los ingresos, sus rentas se resintieron en menor medida que las de los hogares de menores rentas, ya que, los individuos de rentas bajas tienen un peso más elevado en el empleo de aquellos sectores que se vieron más afectados por la crisis sanitaria. Como resultado, una proporción muy elevada de la bolsa de ahorro extraordinaria se concentró en las rentas más altas. Por tanto, la subgobernadora considera que es probable que, a futuro, una parte importante de este ahorro no se destine al consumo, sino que se mantenga en los activos en los que se materializó.
Un 77% está en efectivo y depósitos
Entre principios de 2020 y el tercer trimestre de 2022, la adquisición neta de activos financieros de las familias fue de 196 mm de euros, destinándose el 77% al efectivo y los depósitos bancarios. El resto de la inversión financiera se concentró casi exclusivamente en la compra neta de participaciones en fondos de inversión (50 mm). Por su parte, el montante invertido en vivienda supuso 139 mm. Todas estas inversiones se financiaron con el nuevo ahorro generado, que ascendió a 269 mm de euros, así como con el recurso al endeudamiento, que fue de unos 8 mm, una vez deducidas las amortizaciones.
Este análisis de la evolución del ahorro en España en los últimos años se puede dividir en tres fases. En 2020 el grueso del ahorro acumulado, principalmente en manos de las familias de mayor renta, se destinó a activos líquidos. En 2021, la inversión en vivienda comenzó a mostrar un creciente dinamismo, mientras que una proporción mayor de la adquisición neta de activos financieros se destinó a los fondos de inversión con menor peso relativo de los depósitos y efectivo. Por último, en 2022, a falta de datos completos del ejercicio, se redujo la adquisición de activos financieros en un contexto de moderación del ahorro.
Asimismo, Delgado ha advertido de que debemos estar expectantes sobre la manera en la que las subidas de
tipos de interés pueden afectar a las decisiones de inversión, tanto en cuanto a la tipología de producto financiero (fondo de inversión, renta fija, etc.) como a la inversión en vivienda, que, como consecuencia del encarecimiento de las condiciones de financiación, está mostrando cierta desaceleración.