Uno de cada cinco clientes potenciales asegura que no dispone de un seguro de vida sencillamente porque no es algo en lo que piense. Pero debemos ser conscientes de la existencia de ciertos riesgos que no podemos controlar y que podrían cambiar el rumbo de nuestras vidas. Por ello, y para garantizar nuestra estabilidad y protección, así como la de nuestra familia, es necesario conocer bien las características de un seguro de vida. Este tipo de soluciones permite asegurar nuestro futuro y el bienestar de los nuestros cubriendo sus necesidades básicas (hipoteca, continuidad de los estudios, etc.) en caso de que el asegurado fallezca o tuviera que dejar de trabajar debido a una invalidez.
Según un estudio de Aegon, solo el 19% de los clientes que suscribe uno de estos seguros entiende la información que contiene. El informe estima que el 60% de los clientes del sector seguros es incapaz de entender el 80% del contenido de las pólizas. Por ello, Aegon España ha elaborado un decálogo para desmontar “dudas habituales y razonables” de los seguros de vida con el objetivo de clarificar y hacer más sencillo este producto de ahorro y prevención.
1. ¿Qué nos aporta el seguro de vida?
El verdadero valor de un seguro de vida no reside en el capital asegurado sino en la tranquilidad de saber que tanto uno mismo como su familia estará protegido en caso de que surja cualquier imprevisto. El seguro de vida permite asegurar un riesgo desde el primer momento de su contratación, durante el tiempo que se estime oportuno y cubriendo cualquier tipo de eventualidad.
2. ¿Los seguros de vida son caros?
Se tiende a pensar que se trata de un seguro caro, propio de las rentas altas. Tenemos que romper con la creencia errónea de que son caros. Los seguros de vida son productos muy asequibles con una relación coste/beneficio ventajosa.
3. ¿Cuánto debo asegurar?
El capital asegurado es una opción que debe valorar cada cliente dependiendo de su perfil, nivel de ingresos, expectativas y circunstancias personales. Lo idóneo, como regla general, es cubrir entre 3 y 5 veces los ingresos anuales de la familia para que, en caso de ocurrir algún imprevisto, la economía familiar no se desestabilice.
4. ¿Quién puede cobrar un seguro de vida?
El asegurado nombra un beneficiario y éste debe estar informado de la existencia de la póliza. En el caso de no figurar específicamente un beneficiario, los beneficiarios serán sus herederos legales; es decir su cónyuge, sus hijos por partes iguales, sus padres, etc. en orden de descendencia. El asegurado puede modificar a sus beneficiarios cuantas veces desee.
5. Si soy joven, ¿me compensa contratar un seguro de vida?
Los seguros de vida suelen ir más allá de la clásica definición e incluyen varios supuestos que ocurren, independientemente de la edad, en los que el asegurado no pueda seguir trabajando, tales como invalidez permanente absoluta y diversas enfermedades como el cáncer o dolencias cardiovasculares.
6. ¿Es obligatorio contratar un seguro de vida con una hipoteca?
Hoy en día, es habitual que muchas entidades bancarias vinculen la contratación de una hipoteca a productos adicionales como los seguros de vida y hogar. En caso de contratar un seguro de vida vinculado a la hipoteca, lo idóneo es que el seguro de vida cubra el 100% de la hipoteca en el caso de que uno de los miembros de la pareja fallezca.
7. ¿Es obligatorio hacerse un chequeo médico para contratar un seguro de vida?
Algunas compañías aseguradoras exigen un reconocimiento médico en función de la edad del asegurado y el capital asegurado o, en su defecto, responder con veracidad a un cuestionario detallado con preguntas muy específicas sobre salud, hábitos y estilo de vida pues es una forma de medir el riesgo de la póliza.
8. ¿Puedo contratar un seguro de vida si tengo una enfermedad?
Las aseguradoras deben estudiar individualmente cada solicitud para poder ofrecer al cliente la solución que más se adapte a sus necesidades. Una vez estudiado el caso en particular y en función de la tipología de la enfermedad, podrá llevarse a cabo la tramitación de una póliza de vida con normalidad o, dado el caso, se aplicaría una sobreprima, una exclusión o una limitación de garantías. Por lo que es totalmente posible que una persona con una enfermedad, crónica o no, pueda contratar un seguro de vida.
9. ¿Qué coberturas adicionales tiene un seguro de vida?
Además de las tradicionales de este producto, existen multitud de coberturas opcionales que pueden adherirse al seguro tales como Invalidez Permanente Absoluta (IPA), diagnóstico de cáncer masculino y femenino, diagnóstico de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio o accidente cerebrovascular), doble capital por accidente, indemnización por enfermedad o accidente e incapacidad profesional total y permanente. Estas pólizas también incluyen servicios enfocados a ayudar a las familias ante cualquier contingencia, tales como orientación médica 24 horas, orientación psicoemocional, ayuda a domicilio y, entre otros, testamento online y servicios jurídicos.
10. ¿A qué edad debo considerar contratar esta póliza?
Aunque el seguro de vida ha estado históricamente muy vinculado a la tranquilidad familiar, lo cierto es que la edad de contratación de la póliza no tiene que coincidir con la de formar una familia. Un seguro de vida también es un aliado para situaciones accidentales de discapacidad y una forma de ahorrar, por lo que, a la hora de contratarlo, habrá que tener en cuenta múltiples factores relacionados con la situación laboral y/o financiera. Si bien, la mayoría de los expertos coinciden en que la franja ideal para la contratación del seguro de vida oscila entre los 30 y los 50 años.