Hasta ahora sabíamos que a medida que los seres humanos envejecemos, vamos perdiendo capacidad cognitiva. Ahora, este estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Missouri y la Universidad Tecnológica de Texas ha confirmado que este declive cognitivo se extiende a la alfabetización financiera. La investigación también ha revelado que las personas mayores mantienen una fuerte autoconfianza, lo que puede agravar el problema y conducir a errores significativos al tomar decisiones financieras.
«La mezcla de una disminución de la alfabetización financiera con un aumento de la confianza en sí mismos es una combinación tóxica», asegura John Howe, profesor y presidente del Departamento de Finanzas de la Escuela de Negocios Trulaske. «Esto abre la puerta a que cometan errores fraudulentos. Sabemos que las personas mayores son víctimas comunes de fraude financiero, por eso es importante que a medida que envejecemos, encontramos a alguien que vele por nuestros intereses al administrar nuestras finanzas».
En el estudio, Howe y sus colegas, Michael Finke y Sandra Huston de la Universidad Tecnológica de Texas, encuestaron a más de 3.850 personas de 60 años o más y encontraron que experimentaban un descenso creciente en la alfabetización financiera, que es la capacidad de entender y tomar buenas decisiones sobre finanzas personales. Además, los resultados confirmaban que la autoconfianza de los participantes había aumentado ligeramente. Esto significa que aunque no entendieran los términos financieros bien, estaban convencidos de que podían tomar buenas decisiones sobre sus finanzas personales.
Howe recomienda que las personas mayores cuenten con un asesor financiero de su confianza, aunque reconoce que tampoco es un objetivo fácil. Los inversores deben hablar con la familia y amigos y buscar un asesor que, además de buena reputación, esté dispuesto a contestar todas sus preguntas.
«Es importante encontrar un consejero cuyo interés principal esté en el corazón” (y no en el bolsillo), asegura Howe. Además, “hay que asegurarse de entender cómo se le paga a su asesor (honorarios, comisiones, etc.), ya que esto puede influir en su perspectiva. Los inversores deben pagar por un buen asesoramiento financiero porque esto les ahorrará miles de dólares a largo plazo «.
Howe cree que es difícil saber cuándo comenzará la pérdida de la capacidad cognitiva, por lo que es una buena idea hacerse un «chequeo financiero» como parte de una visita anual al médico. Durante la visita médica, Howe recomienda preguntar al médico sobre cualquier signo de disminución cognitiva. Después de la visita del médico, “es un buen momento para buscar un asesor financiero y asegurarse de que cada decisión financiera que se tome es clara”, concluye.