En esta masterclass del programa Aprende y Crece de Crescenta, en colaboración con Fórmate a Fondo, Sebastián Albella, expresidente de la CNMV y miembro del Consejo Asesor de Crescenta, nos explica cómo es la regulación y cuál es la protección que tiene el inversor en capital privado.
Según destaca el experto, desde el punto de vista de evolución del sistema financiero, el capital privado es una de las grandes evoluciones de los últimos 20-30 años. Según relata, incluye distintos tipos de inversiones como el private equity, el venture capital, la inversión en deuda privada…Pero, en general, podría resumirse como un tipo de inversión que invierte en compañías no cotizadas.
Desde el punto de vista de los reguladores y supervisores se ve, tal y como aclara, como una inversión sobre la hay que tener una prevención especial, sobre todo por la liquidez. “Así como la inversión en fondos que invierten en compañías cotizadas o en acciones directamente cotizadas en bolsa tienen la característica de la liquidez, invertir en capital privado supone asumir que esa inversión va a necesitar tiempo para madurar y para poder ser liquidada en condiciones adecuadas”, detalla.
La importancia de la educación del inversor
En este punto, el ex presidente de la CNMV recuerda la evolución que ha habido para asegurar la protección al inversor. Actualmente, está vigente MiFID II, que se modificó para hacer especial hincapié en la educación de los inversores, en que se les coloquen los productos adecuados, que las entidades tengan información acerca de sus conocimientos y experiencia y de sus objetivos y situación financiera a la hora de venderles productos.
“Con la regulación el inversor está muy protegido, pero invertir siempre entraña riesgo y realmente hay que hacerlo de manera diversificada y conociendo los riesgos, como el de iliquidez, que está especialmente acentuado en el ámbito del capital privado”, recuerda.
Democratización del capital privado
Antes solo se permitía adquirir este tipo de productos a inversores profesionales o inversores que pudieran invertir al menos 100.000 euros. La nueva norma, democratiza la inversión en capital privado pero, según recuerda Albella, con cautelas.
Estas cautelas son que la inversión debe hacerse bajo asesoramiento y debe ser como mínimo de 10.000 euros sin que represente más del 10% del patrimonio del inversor.
En este punto, Albella insiste en que no son productos arriesgados per sé, gracias a que están gestionados por profesionales que identifican buenas oportunidades. Pero, hace hincapié en que debido a que son inversiones a largo plazo y con una liquidez limitada, deben hacerse con especial reflexión.
“Al final, los principios de la inversión prudente son siempre los mismos: diversificar, prestar atención a los productos en los que invierte y entenderlos y dejarse aconsejar por profesionales. Creo que con el marco normativo que hay, la inversión en capital privado es perfectamente razonable cumpliendo con estos principios”, concluye.
Este contenido es meramente informativo. Se trata de un vídeo de formación financiera que Crescenta pone a su disposición, sin intención de emitir ningún tipo de recomendación personalizada de inversiones.
No se trata en ningún caso de publicidad de ningún tipo de instrumento financiero, ni una recomendación u oferta de compra.