Una de las decisiones más importantes que debe tomar una familia a la hora de comprarse una vivienda es el tipo de interés que contratarán en su hipoteca. Tienen dos opciones: o bien la contratan a tipo fijo, y así el interés a pagar no varía durante la totalidad de la vida de la hipoteca, o a tipo variable, que varía cada seis meses o cada año.
En este sentido, ¿qué interés deberías contratar para tu hipoteca? Desde el proyecto de Cofidis de Educación Financiera ‘Economía para ti’, nos explican las ventajas y los inconvenientes de estos dos tipos de interés, para que puedas valorar cuál se ajusta más a tus necesidades:
1. Ventajas e inconvenientes de contratar una hipoteca a tipo de interés variable
Una de las principales ventajas de contratar una hipoteca a tipo de interés variable, es que pagas inicialmente menos en concepto de cuota hipotecaria. En la actualidad, es relativamente fácil conseguir una hipoteca a 30 años con unas condiciones de Euribor + 0,89%. Por ejemplo, en agosto este índice estaba en -0,156%; por lo tanto, el primer tipo de interés a pagar si no pactas lo contrario con el banco, sería del 0,734%.
En cambio, si quieres conseguir un préstamo para el mismo plazo de tiempo a tipo de interés fijo, una buena opción es contratarlo al 2,5%. Por ejemplo, imagina que contratas una hipoteca de 150.000 euros: en el primer caso, la cuantía de la cuota sería de 464,35 euros; en el segundo, ascendería a 592,68 euros. En este sentido, si escoges el tipo de interés variable, te ahorrarías 128,33 euros mensuales.
Por otro lado, respecto a los inconvenientes, si contratas una hipoteca a tipo de interés variable y sube el Euribor (el principal índice de referencia de los préstamos hipotecarios en España), puede que tengas muchas dificultades para hacer frente al pago de la hipoteca. En julio de 2008, el Euribor llegó a su máximo histórico: 5,393%.
Si esto se repitiera, y el diferencial acordado fuera del 0,89%, el tipo de interés que pagarías sería del 6,283%. En este caso, la cuota hipotecaria mensual ascendería a 926,80 euros y supondría un desembolso extra de 334,12 euros.
En definitiva, si contratas un tipo de interés variable, hoy pagas menos, pero puede que mañana pagues más. Así que, corres un riesgo adicional del que supone la realización de la propia hipoteca.
2. Ventajas e inconvenientes de contratar una hipoteca a tipo de interés fijo
Un punto a favor de contratar una hipoteca a tipo de interés fijo es que te permite organizar mejor las finanzas familiares, ya que siempre pagarías el mismo importe de cuota hipotecaria. Y no sólo eso, porque además el tipo de interés actual es inusualmente bajo (debido a la compra de deuda pública y privada por parte del BCE).
En la pasada década era muy difícil conseguir un préstamo hipotecario a un tipo de interés fijo del 2,5%. Los tipos de interés ofertados por la mayoría de entidades financieras se situaban entre el 5% y el 6,5%, pero, ahora, la mayoría de ofertas de tipos fijos se sitúan por debajo de la media histórica del tipo variable.
No obstante, la oferta actual de hipotecas a tipo fijo durará poco tiempo. En diciembre de 2018, el BCE dejará de comprar deuda y es muy probable que durante el próximo año los tipos de interés a largo plazo suban en la zona euro. Un aumento que continuará en los siguientes ejercicios y que conllevará, a buen seguro, que a finales de 2020 las hipotecas a tipo fijo sean bastante menos atractivas.
En resumen, en 2018 son más aconsejables los préstamos hipotecarios a tipo fijo. Así que, si has pensado comprar una casa, decídete rápido y aprovecha la oportunidad que ofrecen actualmente las hipotecas a tipo fijo.