Una vez finalizada la temporada estival, la icónica frase de la serie de Juego de Tronos “Winter is coming” (el invierno está llegando) está resonando más que nunca: la problemática del gas (en la que Europa está intentando almacenar la mayor cantidad posible para los meses más gélidos), unida al aumento de la inflación y a las presiones geopolíticas cada vez más visibles entre Occidente y Oriente, está provocando que las familias repiensen sus estrategias de ahorro para, de alguna forma, capear los peores escenarios posibles.
Los últimos datos de una inflación de la que todavía no se sabe si ha tocado techo (en el mes de agosto se moderó en el 10,4%, pero la inflación subyacente -que descuenta la energía y los productos no elaborados- subió hasta el 6,4%) ya descuentan que los próximos meses no serán fáciles para los bolsillos de los españoles. Con una recesión, además, cada vez más plausible, conviene atar todos los cabos sueltos y evitar sorpresas inesperadas.
Por ello, desde Mapfre, desgranan algunos consejos para proteger nuestros ahorros de cara al último trimestre del año.
Organizar las cuentas. El nivel de precios no está dejando indiferente a nadie y lo único seguro es que la incertidumbre seguirá por, al menos, unos meses más. Un incremento generalizado de los precios supone, en última instancia, una menor renta disponible. Y en este sentido, la vía más rápida, y a priori más sencilla, para minimizar los efectos de la inflación es reducir los gastos personales, especialmente aquellos más superfluos y que no supongan una prioridad en nuestro día a día.
Gestionar tu deuda No todos los tipos de deuda afectan a las finanzas del mismo modo: según el tipo de interés, el monto pendiente de pago o las cuotas restantes, cada individuo puede clasificar con estos criterios sus respectivas deudas y determinar qué deuda está costando más. Sin embargo, otra de las estrategias para gestionar las deudas en momentos complicados como el actual es consolidarlas: combinar todas las deudas en un único préstamo.
Crear huchas virtuales. Según el Banco de España, las huchas virtuales “son una alternativa actual a la tradicional hucha”. Así, constituyen una herramienta muy útil, permitiendo apartar de la cuenta corriente parte de los ingresos a través de un sistema de automatización de aportaciones. En la actualidad, buena parte de las entidades bancarias cuentan con esta funcionalidad, clave en el actual contexto. Es, de acuerdo con el organismo, una funcionalidad idear “para ayudar a gestionar las finanzas personales”.
Ahorrar energía es también ahorrar dinero. La crisis energética ha obligado a empresas y familias a limitar su consumo considerablemente. El corte en el suministro de gas en Europa por parte de Rusia ha provocado que los países miembros de la UE repiensen sus estrategias de consumo energético (como la llamada ‘Excepción ibérica’). Por tanto, no se trata únicamente de una cuestión medioambiental, sino también económica.
Pese a las medidas implantadas, los precios de la electricidad siguen disparados y se esperan unos meses difíciles, sobre todo en momentos con las temperaturas más bajas. Por ello, ahorrar energía es también ahorrar dinero: cada pequeño gesto cuenta, como contratar la potencia necesaria, usar bombillas LED, emplear electrodomésticos de alta eficiencia energética o incluso valorar la instalación de placas fotovoltaicas en la misma vivienda/edificio.
Acudir a los seguros de ahorro. En líneas generales, se trata de un producto que, a través de aportaciones periódicas o únicas, ofrece una rentabilidad garantizada al cabo de un periodo de tiempo determinado. Pese a que guarda ciertas similitudes con el depósito bancario, la finalidad de ambas es más bien distinta. Existen diferentes tipos de seguros de ahorro que se pueden ajustar en función de las necesidades o preferencias del cliente, como, por ejemplo:
Planes de ahorro sistemático (PIAS). Es un tipo de seguro de ahorro a largo plazo a través del cual se garantiza una renta vitalicia al tomador si vive al vencimiento del contrato. Su principal ventaja es su favorable tratamiento fiscal y su flexibilidad, ya que no es necesario hacer aportaciones siempre.
Unit Linked. Están considerados como un híbrido entre seguros de ahorro y de inversión, donde el ahorrador designa en qué activos quiere invertir. Ofrecen, además, una mayor capacidad de gestión al titular de la póliza que otros.
Seguros de rentas vitalicias. Este último asegura que el titular recibirá una renta periódica los años que le resten de vida, a partir de un momento determinado, cuya cuantía dependerá del capital aportado y de la rentabilidad obtenida.
Revisar nuestra cartera de inversiones. En momentos de turbulencia económica, los mercados pueden sufrir fuertes bandazos. Y así lo están viviendo los inversores en los últimos meses a raíz de la guerra. Ante este contexto, puede ser un buen momento para revisar nuestro portfolio y valorar movimientos en la cartera. Sin embargo, los expertos del área financiera de Mapfre recomiendan contar con la ayuda de un gestor profesional para estos casos, de forma que pueda asesorar a los inversores en situaciones de incertidumbre.
Evitar tomar decisiones sumidas bajo la emoción. Como explica Ignacio Amo, selector de fondos de Mapfre Gestión Patrimonial, buena parte de los activos se encuentran en cifras negativas desde inicios de año. Por ello, reconoce que es fundamental evitar las perspectivas cortoplacistas y “no dejarse llevar por la incertidumbre, el miedo y el flujo de noticias negativas, ya que no son buenos consejeros y, desde luego, no deben marcar la toma de decisiones”.