El Gobierno español ya ha aprobado en Consejo de Ministros la reforma de las pensiones que pedía Bruselas para poder desembolsar un nuevo tramo de los fondos Next Generation. Queda el trámite parlamentario, pero todo apunta a que el Ejecutivo cuenta con los apoyos necesarios.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aclaró con cifras las medidas ya conocidas unos días antes. Entre ellas, que el sistema alcanzará el equilibrio en 2050 y que la conocida como “hucha de las pensiones” alcanzará los 130.000 millones a principios de la década de los años 30 de este siglo. Esta cifra es muy superior a los casi 67.000 millones que alcanzó en 2011.
Pero, ¿qué les parece esta reforma a los expertos? En primer lugar, hay consenso en que el respaldo al texto debería haber contado con el apoyo de los empresarios. “Cuanto menos apoyo de los agentes sociales y partidos políticos obtenga una norma, más susceptible es que el próximo Gobierno la tumbe”, recuerda Elisa Chuliá, directora de Estudios Sociales de Funcas.
El comunicado oficial de Faes apunta que la reforma es “manifiestamente insuficiente”, ya que, de lograrse el incremento de recaudación previsto –15.000 millones de euros anuales– no compensaría el incremento de pensionistas, la cuantía de las pensiones, la indexación de las retribuciones a la inflación y las nuevas de medidas de incremento de gasto que incorpora la reforma en relación con las pensiones no contributivas o las contributivas más bajas. En este punto apoya su opinión con números, ya que el alza del 8,5% de las pensiones con el IPC ha supuesto “un incremento de unos 14.000 millones de euros”.
Inyecciones
Mientras, un balance provisional de Fedea firmado por Ángel de la fuente concluye que en torno a 2050, se tendrá que inyectar cada año a la Seguridad Social recursos extra por valor de unos 4,3 puntos de PIB, lo que equivale al 57% de la recaudación por IRPF, ya que en 2019 fue del 7,56% del PIB. “Tal presión dejará poco margen para financiar un mayor gasto en casi cualquier otra cosa, incluyendo sanidad y dependencia, con necesidades rápidamente crecientes debido al rápido envejecimiento de la población”, sentencia.
En general, también hay críticas acerca de que el aumento de los ingresos a través de un incremento de las cotizaciones supone un desincentivo a la contratación. En este punto, el debate está servido, ya que el ministro Escrivá detalló el día de la aprobación de la reforma que el coste laboral de una hora trabajada en españa es de 23,4 euros; con la reforma llegará a 23,5 euros y en 2050, a 23,77 euros. Como comparación, la media en Europa es de 36 euros y en Italia, un país comparable con España, de unos 30 euros.
Alternativa
Hay expertos, como Chuliá, que son partidarios de transitar hacia un sistema de cuentas nocionales para dar sostenibilidad al sistema actual de pensiones. Este formato supondría una relación entre cotizaciones y prestaciones más directa, El cálculo de las prestaciones es más transparente para el trabajador y no elimina per se la disyuntiva entre la suficiencia y los recursos disponibles del sistema público de pensiones. Con este sistema, cada cotizante tiene una cuenta individual virtual o nocional, con sus cotizaciones. Estas aportaciones tienen derecho a un rendimiento virtual según la tasa nocional: normalmente suele utilizarse el crecimiento nominal del PIB de cada año. Esta tasa nocional en el sistema de cuentas nocionales individuales es equivalente al tipo de interés que se aplicaría en caso de un sistema de capitalización.