La gestión de carteras consiste en la gestión inteligente de riesgos, no en tratar de hacer market timing, o anticiparse al mercado. Por lo tanto, preparar la cartera para un nuevo mercado bajista no significa pasar de acciones a liquidez, donde se perderían las ganancias que vienen al final de un mercado alcista. En lugar de tratar de anticipar al mercado bajista, construir una cartera inteligente y táctica de fondos.
Los movimientos tácticos más inteligentes que conviene realizar cuando el mercado parece tomar una nueva dirección, sólo implican algunos ajustes que sirvan para equilibrar los objetivos de maximizar el retorno y minimizar el riesgo. Por supuesto, no hay una cartera de fondos única, pero hay una estructura básica que comparten las carteras con mayor éxito de adaptación.
La mayoría de los inversores construyen carteras con una participación mayoritaria básica, el núcleo, que representa el mayor porcentaje de la cartera, y varios fondos más, los satélites, cada uno con porcentajes de asignación menores. El núcleo suele ser un fondo de índice de gran capitalización, como el S&P 500 o el Eurostoxx 600, y los fondos satélite pueden incluir acciones extranjeras, acciones de mercados emergentes, acciones de pequeña capitalización, bonos de grado de inversión, fondos del mercado monetario y tal vez algunos sectoriales para una mayor diversificación.
La mejor cartera de mercado bajista tendrá una estructura similar. Todo lo que es necesario para prepararse para tiempos más difíciles es reducir o eliminar los tipos de fondos de mayor riesgo y agregar o aumentar la exposición a otros tipos de fondos con menor riesgo relativo. Una estrategia sencilla: mantener lo mejor y deshacerse de lo peor.
A medida que el mercado alcista madura, es una buena idea recoger beneficios y reducir el riesgo de mercado. El primer paso es identificar y eliminar la exposición a los tipos de fondos de mayor riesgo. Algunos ejemplos de categorías de fondos que estaban entre los de peor comportamiento en el mercado bajista de 2008 incluyen los de Renta Fija Largo Plazo, Renta Fija High Yield, Renta Variable Emergentes y sectoriales de Tecnología, Energía y Consumo.
Todos estos fondos tuvieron un rendimiento inferior a la media, por lo que la cartera de mercado bajista no incluiría ninguno de los anteriores. Puede usarse una combinación simple de un fondo que siga un índice bursátil de gran capitalización (30%), otro de pequeña capitalización (10%), un fondo de Renta Fija Global (40%), un fondo que incluya acciones defensivas en su cartera (5 por ciento en Salud, 5 por ciento en Consumo básico y 5 por ciento en Utilities) y un 5 por ciento en un fondo de oro. Los porcentajes sugeridos son sólo orientativos.
Se trata de una simple asignación de activos de 60 por ciento de acciones y 40 por ciento de bonos. El oro puede considerarse un tipo de ‘activo alternativo’. Algunos inversores pueden preferir utilizar fondos del mercado monetario como una alternativa para la parte de asignación de bonos. Podría optarse por un 60 por ciento en acciones, 30 por ciento en bonos y 10 por ciento en efectivo.
La mejor asignación para cada inversor, más o menos conservadora, dependerá de su horizonte temporal y su tolerancia al riesgo.