Antes de decidirse a invertir en un fondo de inversión es preciso estar bien informado. Si el folleto y el Documento de Datos Fundamentales del Inversor (DFI) nos proporcionan información clave para conocer la política de inversión del fondo, comisiones y perfil de riesgo, la ficha del fondo es un documento de actualización habitualmente mensual, con información más detallada en cuando a su evolución.
No existe un formato estándar de ficha de fondo, cada gestora utiliza el suyo propio. Sin embargo, sí que hay algunos datos básicos que debe recoger para que podamos entender su funcionamiento. Además, muchas gestoras incluyen información adicional que puede resultar útil para el inversor. Veamos cuales son los conceptos más importantes que presentan.
1. Nombre del fondo, que habitualmente sigue la misma estructura. El nombre de la Gestora es el primer componente; a continuación, el nombre del fondo, que suele dar una idea del tipo de activo en que invierte el fondo. Una o varias letras mayúsculas (A, B, E, I..) representan la clase del fondo, indicando si va dirigido a un cliente individual o institucional. Si el fondo acumula los ingresos generados, lo siguiente será ACC (acumulación) o C (capitalización), utilizando DIS o D para indicar distribución de ingresos o de dividendos.
2. Datos básicos. Aquí se recogen datos como la fecha de lanzamiento del fondo, que nos indica la historia con la que cuenta el fondo, aunque si el fondo cambiara su política de inversión, la historia comenzaría a contar de nuevo. Aparecen en esta sección también el nombre del gestor, el índice de referencia – al que el fondo tratará de batir por rentabilidad – la categoría en la que está encuadrado, el ISIN o código único de identificación y el patrimonio – capital total invertido en el fondo – que puede ser indicativo del grado de aceptación del fondo por los inversores. El Valor Liquidativo, o valoración del fondo en la fecha indicada en la ficha, aparece también en esta sección, así como la escala de riesgo (de menor a mayor riesgo en una escala de1 a 7), información crucial para la toma de decisiones por parte del inversor.
3. Estrategia del fondo, resumiendo la política de inversión, el ámbito geográfico y activos que puede incluir en su cartera, las estrategias de inversión que aplica para su gestión, los principales objetivos de inversión y el proceso de selección de valores.
4. En el apartado de Asignación de Activos, se detallan los porcentajes que la cartera del fondo incluye de cada tipo de activo (en el caso de los multiactivo) o la distribución de pesos por sectores o zona geográfica o calificación crediticia, dependiendo del tipo de activos en que invierta.
5. Se muestra también información sobre la Exposición por Divisa en la cartera del fondo. Un dato que es importante para poder evaluar el riesgo de cambio de divisa que puede ocasionar.
6. Otra sección muestra la Evolución del fondo por Rentabilidad, normalmente en formato gráfico y comparándolo con su índice de referencia. Suele tomarse el periodo de vida completo del fondo, desde su lanzamiento. Frecuentemente va acompañado de una tabla con datos de rentabilidades acumuladas y anualizadas, en distintos periodos.
7. El apartado de Estadísticas nos presenta una imagen de los resultados que el fondo ha conseguido obtener. La Volatilidad histórica del fondo es una primera aproximación al riesgo del fondo, al indicarnos si su valor ha fluctuado al alza o a la baja con mucha o frecuencia o si se ha mantenido estable (baja volatilidad). Esta volatilidad suele acompañarse de la Volatilidad del Índice de Referencia, importante como medida media del mercado en que invierte el fondo.
Como parte de las estadísticas, la Ratio de Sharpe nos sirve para medir la calidad de gestión del fondo, que por lo general suele ser mayor en el caso de un fondo de renta variable que en uno de renta fija. Como regla sencilla de recordar, cuanto mayor sea la ratio de Sharpe, mejor se considera la gestión del fondo con respecto al riesgo asumido. Se considera positivo a ratios de Sharpe superiores a 1. Alfa y Beta se incluyen también en esta sección: el alfa mide la rentabilidad del fondo que se debe únicamente a la labor del gestor y no a la evolución del mercado, mientras que la beta mide la medida en que un fondo sigue la evolución del mercado en que invierte, por lo que cuando es superior a 1 indica que el fondo es más volátil que el índice o, si es inferior a 1, sucede lo contrario.
8. Contribución de cada activo a la rentabilidad bruta mensual del fondo, disgregando el porcentaje de rentabilidad obtenida por cada uno de ellos.
9. Principales posiciones en la cartera del fondo.
10. Rating o calificación que otorgan proveedores de información de este mercado, como es el caso de VDOS, con un sistema de calificación de 1 a 5 estrellas, de menor a mayor nivel de calidad, en base a la labor y los resultados obtenidos por el equipo gestor.
Paula Mercado, directora de análisis de VDOS Stochastics y quefondos.com