Los mercados de renta variable se consideran un sismógrafo fiable cuando se trata del futuro. El aumento de los beneficios, los nuevos mercados y los productos progresivos hacen que las cotizaciones mundiales se disparen. Por eso, el equipo de Global Equities/Absolute Return Multi Asset de MainFirst, considera que, si echamos un vistazo a las famosas megatendencias, que se basan tanto en los avances científicos como en los cambios socioeconómicos, no sólo es interesante, sino también significativo para las decisiones de inversión con potencial sostenible.
La megatendencia
Las megatendencias, según explican desde MainFirst, suelen pasar desapercibidas al principio, pero tienen un gran impacto. «Representan un modelo para los tiempos complejos y cambiantes», alertan. Todos los niveles de la sociedad se ven influidos por las megatendencias: gracias a ellas, los individuos, las empresas y sectores económicos enteros suelen estar sujetos a la evolución. Según explican, al principio, las megatendencias aparecen sólo de forma muy selectiva o regional, pero con el tiempo pasan de ser una cuestión secundaria a un fenómeno mundial.
Su dinámica, según advierten, adquiere cada vez más fuerza a través de interacciones de varios niveles. «Una tendencia influye en la siguiente y así su impacto se intensifica, como una avalancha que empieza a rodar lentamente», explican. Un ejemplo omnipresente que facilita el equipo es el Internet de las cosas. «Hace unos años, el término aún rondaba la prensa especializada visionaria. Entretanto, el Internet de las cosas se ha convertido en parte integrante de la vida cotidiana, dejando que el ordenador de sobremesa acumule polvo en un rincón. La puerta de casa, el lavavajillas, el collar del perro y la báscula: ahora todos están conectados a la red y podemos controlarlos cómodamente con nuestro smartphone mientras nos desplazamos. La transmisión de datos por Internet lo hace posible», explican.
Retos para la economia
Un punto a tener en cuenta es que una megatendencia no se inventa ni se proclama sin más. Más bien hay que entender una megatendencia como un encadenamiento concentrado de nuevos desarrollos tanto en la sociedad como en la economía, advierten los expertos. Como empresa, es importante reconocer estos desarrollos en una fase temprana y examinar las tendencias para la orientación estratégica del modelo de negocio.
Los principales retos consisten en ser capaces de ver el bosque por los árboles y distinguir entre lo relevante y lo irrelevante. «Esta es la tarea que se ha propuesto el equipo de MainFirst Global Equities/Absolute Return Multi Asset. Encontrar empresas pioneras y precursoras de las megatendencias es el enfoque central de inversión de sus fondos. El reto para el equipo es observar y analizar continuamente una amplia variedad de acontecimientos sociales, culturales y económicos. En última instancia, les corresponde sacar las conclusiones correctas e interpretar las señales que apuntan a la próxima (mega)tendencia», señalan desde la entidad.
El origen de las megatendencias
«Una megatendencia refleja los cambios sociales, culturales y económicos y, debido a la interdependencia, tiene, por así decirlo, una relevancia significativa para el desarrollo a largo plazo de las sociedades y las economías», señala el equipo. Sin embargo, advierten de que rara vez se puede determinar el origen exacto de una tendencia. «A menudo, varios desarrollos similares tienen lugar en paralelo, reforzándose mutuamente y, en algún momento, avanzando hasta convertirse en un fenómeno. Es así cómo las megatendencias pueden encontrarse en las formas más diversas. El tema de la e-movilidad está ahora omnipresente también aquí, pero su avance real tuvo lugar hace tiempo en China. Por eso, para los inversores orientados al futuro y con planes a largo plazo, es importante mirar más allá del horizonte nacional y, en particular, hacia Asia», aconsejan los expertos.
Asia como mercado de crecimiento
Para beneficiarse de las tendencias del sector tecnológico en los próximos 10 años, no se puede ignorar el continente asiático en su asignación de activos. El equipo de Global Equities/Absolute Return Multi Asset, formado por Frank Schwarz, Adrian Daniel, Jan-Christoph Herbst y Johannes Schweinebraden, cree que Asia es el Silicon Valley del futuro, al menos en parte. Al mismo tiempo, la velocidad con la que avanzan los nuevos modelos de negocio en Asia, promovidos por el Estado, sigue aumentando. Por ejemplo, China superó a EE.UU. en cuanto a gasto en investigación y desarrollo en 2020 y se espera que para 2025 la República Popular ya invierta aquí unos 900.000 millones de dólares anuales.
Las mayores oportunidades en Asia se encuentran en áreas tecnológicas básicas como los semiconductores, los vehículos eléctricos, la inteligencia artificial, la robótica y la automatización. Los epicentros tecnológicos son los países de Corea del Sur, Japón, China y Taiwán. «El impacto del avance económico y la creciente prosperidad se reflejará inevitablemente en los mercados de bienes de consumo. Aunque no se puede descartar que los grupos de marcas europeos también se beneficien de la dinámica asiática, el gobierno chino se está centrando cada vez más en la promoción de los fabricantes de marcas locales», prevé el equipo de MainFirst.
Esto implica que las empresas tengan que mantener constantemente la mente abierta. Según detallan los expertos, las que reconocen los signos de los tiempos con suficiente antelación tienen la oportunidad de afrontar los cambios estructurales con un modelo de negocio evolutivo o revolucionario. «Los inversores tienen la oportunidad de beneficiarse estratégicamente de las megatendencias de nuestro tiempo y del desarrollo de las empresas que participan en ellas, y de capear con éxito las fluctuaciones a corto plazo», advierten.