Educar a tus hijos sin hablar de dinero es como pedir a un carpintero que trabaje sin martillo. Es necesario enseñarles desde pequeños que el dinero se gana trabajando. Deben aprender a valorar el ahorro y a consumir en relación a lo que tienen y cuanto antes lo hagan, mejor.
¿Cómo se inculcan buenos hábitos financieros?
Desde el portal Finanzas Para Todos, nos recomiendan seguir estos consejos para proporcionarles a nuestros hijos una buena educación financiera
Revisa tu comportamiento. Lo más importante es el ejemplo. Un niño que ve a sus padres consumir de forma responsable, aprenderá a hacerlo también. Pero si los ve comprando sin control, creerá que esa es la forma en la que debe consumir.
¡Jugando! La mejor manera para que un niño aprenda es el juego. Proponle actividades divertidas que dejen una enseñanza financiera.
Por medio de la paga. Es la primera experiencia del niño con la independencia financiera. Si tienes por costumbre dar al niño una paga semanal, por pequeña que sea, debe ser tomada con mucha seriedad. Explícale el objetivo. Los hábitos de gasto que genere con ese ‘dinerito’ serán difíciles de cambiar en la adultez.
Con responsabilidad. Al niño hay que permitirle tomar pequeñas decisiones económicas para que entienda cómo se maneja el dinero.
¿Desde qué edad debo empezar?
Lo más pronto que pueda. Lo importante no son los años que tienen, sino la facilidad con la que usted se explique. Es un error habitual pensar que “ya habrá tiempo” para hablar de finanzas y alejar a tus hijos de la planificación del presupuesto familiar. Empieza con palabras que tus hijos entiendan, pero empieza ahora. A medida que van creciendo, las enseñanzas deben ir adecuándose a la edad. No espere a la adolescencia para tener esa primera conversación sobre dinero. Será demasiado tarde.
La importancia del ahorro
Cuando tu hijos pidan algún juguete, invítalos a “ganárselo” ahorrando parte de su paga mes a mes. También reforzará conocimientos de sumas y restas. Aprenderán que el ahorro nos permite satisfacciones posteriores. Además, entenderán que en la vida no es tan fácil tener todo lo que queremos.
De la hucha a la cuenta bancaria. Si son muy pequeños pueden ahorrar con una hucha, si son más mayores ábreles una cuenta corriente. Cada cierto tiempo, realiza con ellos el ingreso en la cuenta (por ejemplo, del dinero que hayan recibido como regalo) y aprovecha para explicarles para qué sirve una entidad financiera.
Los cajeros automáticos no“regalan” el dinero. Háblales desde muy niños de tu trabajo, de la nómina y de los esfuerzos que realizas para obtener tu sueldo. El dinero digital: ahora es muy habitual que les compremos cosas por Internet. Hay que explicarles de dónde viene ese dinero (de una cuenta bancaria) y que, si se gasta, se puede acabar.
¿Te vas a sentar a hacer cuentas? Permíteles que vean tus ocupaciones financieras, cómo revisas las cuentas por internet, las facturas de cuánto cuesta la luz, el agua, la conexión a Internet y la comida. Poco a poco irán entendiendo que todo tiene un valor y por lo tanto que hay que cuidarlo. Invítalos a comparar precios en el mercado y encontrar el más bajo. Inventar formas de ahorrar puede ser un reto muy divertido para los niños. Escucha sus sugerencias; te pueden sorprender.
El juego y el dinero
Una buena idea es dar a tus hijos una hucha para que ahorren y compren algo que desean. Para ellos esto se puede convertir en un desafío, y para los más pequeños lo divertido es simplemente escuchar caer las monedas: en cualquier caso estarán ahorrando. Convierte alguna tarea doméstica en un juego familiar y ponle un premio en dinero para la hucha: aprenderán el valor del trabajo y verán crecer sus ahorros.
Los cuentos infantiles como el de la hormiga y la cigarra dejan moraleja e invitan a leer con tus hijos. Juega a las tiendas, tus hijos en edad preescolar podrán comprar cosas con monedas o billetes de plástico o real. Como un reto, cuando tus hijos sepan usar las matemáticas básicas, pídeles que con monedas de diferente valor obtengan una misma cantidad de dinero (por ejemplo, reunir un euro en monedas de veinte, diez, cinco céntimos).
Consejos
Enseña a tus hijos que cuando reciben dinero no corran directamente a gastarlo, y que intenten ahorrar para sus gastos extras.
Fomenta el hábito del trabajo, el esfuerzo y la paciencia para conseguir lo que uno desea.
Ofréceles pequeñas tareas remuneradas.
Permíteles que tomen decisiones financieras, aunque se equivoquen. Se aprende más del error que del acierto.