Con la llegada del 2019, llega el momento de hacer balance, reflexionar y apostar por nuevos propósitos para el nuevo año. Perder peso, apuntarse al gimnasio o ahorrar suelen ser las intenciones más planteadas por los ciudadanos, aunque no siempre llegan a buen puerto. En especial, en lo que al ahorro se refiere.
Los españoles no nos caracterizamos por ser los más ahorradores, pero esto no debería ser un freno. Si eres de los que tiene propósitos económicos en su lista, pero no sabes cómo hacerlo, ¡estás de suerte!
Desde el proyecto de Cofidis sobre Educación Financiera ‘Economía para ti’, facilitan algunos consejos que pueden ayudarte a llenar la hucha este 2019 de forma estructurada y con disciplina:
1. Organízate: el inicio de un nuevo año, es el mejor momento para revisar tus cuentas. Aprovecha el momento para hacer números, contabilizar tus inversiones y tus gastos, y empieza a detectar la cantidad de dinero que puedes ahorrar.
2. Establece un objetivo: ahorrar es un hábito que conlleva una disciplina. Por ello, antes de empezar debes definir tu propósito para, a posteriori, poder seguir una estrategia e ir evaluando cada paso. En este sentido, deberás empezar por saber cuánto dinero quieres ahorrar, teniendo en cuenta tu situación personal, laboral, familiar y, sobre todo, conociendo tus capacidades de ahorro. En segundo lugar, debes saber para qué quieres ahorrar ese dinero y, por último, tendrás que establecer un plazo máximo en el tiempo para reunirlo.
3. Comprométete: si quieres ahorrar no podrás hacerlo sin una buena planificación. Establece un compromiso para definir la periodicidad de cuándo introducirás el dinero (de forma semanal, mensual) en esa hucha y qué cantidad. Lo mejor es destinar ese importe de dinero a principio de mes, para evitar gastarlo. Además, para definir la cantidad de tus ingresos que irá destinada al ahorro, existen productos bancarios que lo hacen por ti.
4. Revisa tu estrategia: es importante no perder nunca de vista nuestra meta. Para ello, uno de los aspectos clave será revisar el ahorro y el nivel de riesgo periódicamente. Además, deberás hacer un seguimiento de tus inversiones para ver qué rentabilidad puedes obtener: es probable que tu situación laboral cambie, varíen los mercados o que tengas que hacer frente a un pago que no tenías previsto.