La educación financiera es la base para la generación de oportunidades, consolidar la economía de un país y lograr una sociedad más libre, de ahí que la industria financiera está trabajando para que mejore y termine de calar en toda la sociedad. En España, la conciencia de la falta de conocimientos financieros está extendida en la sociedad, desde los más pequeños. El último informe PISA realizado sobre conocimientos financieros sitúa a España en la décima posición de los 15 países de la OCDE analizados (entre niños de 13 y 15 años), un dato que revela la continua necesidad de seguir incidiendo en la educación financiera como uno de los pilares de la estabilidad del sistema financiero, junto a la regulación y la supervisión.
Con motivo de la celebración de la semana de la educación financiera, desde la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) y sus asociados recalcan su apuesta por trabajar para fomentar la educación financiera de los españoles y potenciar la visibilidad del sector FinTech como una solución de ahorro y reforzar así la estabilidad financiera en un entorno global y complejo como el actual. Para ello, desde la asociación han elaborado un documento que incluye cinco características del ecosistema FinTech que hacen que ayude a mejorar ese proceso educativo de las finanzas:
Educan desde la democratización y la pedagogía financiera
Las empresas del ecosistema fintech han acercado productos y servicios financieros al conjunto de la población. La usabilidad de estas compañías, a través de un teléfono móvil u ordenador, permite acercar a personas que físicamente no pueden acceder a una entidad tradicional. Una accesibilidad que promueve de una forma sencilla el ahorro, la gestión de nuestras finanzas personales y la toma de conciencia de nuestra capacidad de ahorro. Ahora existe una gran oportunidad para brindar a los consumidores no solo acceso, sino también orientación sobre cómo usar los productos financieros.
En ese sentido, existen algunas plataformas que ayudan a ahorrar a sus usuarios gracias al redondeo automático que realizan o a otras técnicas para fomentar el denominado ahorro “inconsciente”. Una mecánica cuyo fin es seguir cultivando e incrementando la pedagogía del ahorro y el cuidado de nuestras finanzas personales. En esta línea, es habitual que las empresas fintech apuesten por incluir elementos pedagógicos en la prestación de sus servicios (como el acceso a sistemas de previsión y ahorro, basados en el consumo, para convertirse en un soporte para ahorro de cara a la jubilación), así como sistemas de opiniones de otros clientes para generar confianza y seguridad en clientes potenciales que, en muchas ocasiones, no se atreven a utilizarlas simplemente por puro desconocimiento.
Educan desde la confianza y la seguridad
Los nuevos modelos de negocio fintech buscan facilitar a los usuarios agilidad, transparencia y diversificación de activos y se adaptan con rapidez a estos nuevos hábitos de consumo. Con el objetivo de facilitar transacciones financieras y hacerlas más rápidas y seguras, nos encontramos con la tecnología blockchain, que permite llevar a cabo un registro descentralizado que garantiza su integridad y confidencialidad. De igual forma, estas nuevas soluciones que proporciona el ecosistema fintech incluyen los gestores automatizados, los agregadores financieros, plataformas de financiación participativa, etc. con el fin de que los consumidores tomen decisiones financieras apropiadas, sintiéndose seguros y con la confianza de ver potenciada su habilidad a la hora de manejar estas nuevas tecnologías y formas de contratación de servicios.
Educan desde la innovación y la accesibilidad
Las nuevas innovaciones tecnológicas proporcionadas por las compañías fintech ayudan a que los consumidores tomen decisiones financieras apropiadas y potencian su habilidad a la hora de manejar estas nuevas tecnologías y formas de contratación de servicios. En ese sentido, las empresas que prestan el servicio de asesoramiento en materia de inversiones de manera automatizada están transformando la industria de la inversión y de la gestión del patrimonio, creando soluciones digitales para la gestión del patrimonio para todo tipo de clientes. Asimismo, este tipo de empresas destacan también por la facilidad de acceso al ahorro que otorgan para la gran mayoría de los ciudadanos, incluidos para aquellos que no cuentan con suficiente liquidez para invertir en productos financieros.
Educan desde la flexibilidad, la inmediatez y la eficacia
El ciudadano actual necesita soluciones que estén adecuadas a la velocidad de sus necesidades, es decir, vivimos en una sociedad en la que los clientes prefieren optar por productos más inmediatos, con un onboarding ágil y fácil, valorando la rapidez como elemento clave en su obtención. Un claro ejemplo lo encontramos con el uso de la financiación en el punto de venta, conocido como Buy Now Pay Later (BNPL), un método cada vez más presente, tanto en el entorno online como en la venta física, permitiendo financiar las compras de una forma rápida y con opciones de reembolso muy atractivas para los consumidores. En este sentido, los nuevos jugadores del ecosistema fintech e insurtech se vuelven claves gracias al impulso y desarrollo de creación de métodos de pago rápidos, eficaces y seguros tales como: nuevas plataformas, monederos, servicios de pagos electrónicos, tarjetas de empresa que gestionan reembolsos, etc.
Educan desde la regulación y el cumplimiento de la normativa
Las fintech han sido catalizadoras de la digitalización de las entidades financieras y de la sociedad, han innovado centrándose un enfoque customer centric siendo capaces de mejorar la forma en la que los servicios financieros son ofrecidos, permitiendo una mayor transparencia y accesibilidad dando como resultado a un cliente mejor informado. Asimismo, esas soluciones de carácter tecnológico que se van implementando cada día abogan por una máxima seguridad y van acompañadas por un marco regulatorio que pone por delante la protección de los consumidores. Estas nuevas compañías, con su tecnología adaptada al sector, ofrecen un servicio necesario de reducción de estos gastos y esfuerzos a la vez que mejoran la agilidad, velocidad y precisión de la información que suministran a los organismos supervisores, ayudando a mejor las relaciones con estos últimos, proporcionando una información más compacta y adaptada a cada normativa.