La crisis económica, como consecuencia del impacto del COVID-19, ha provocado que se generen nuevas incertidumbres que provocan algunos riesgos añadidos en las inversiones, pero también puede propiciar la aparición de oportunidades de inversión en diferentes ámbitos, incluido el inmobiliario, uno de los sectores preferidos por los españoles para canalizar sus ahorros, por la plusvalía que puede reportar, las ventajas fiscales y la posibilidad de contar con un patrimonio heredable.
El departamento de Educación Financiera de EFPA España ha elaborado una guía práctica que recoge algunos puntos que deben tener en cuenta los ahorradores particulares a la hora de invertir en el mercado inmobiliario español.
Analiza tu objetivo de inversión, tu situación financiera y el horizonte temporal
Antes de invertir en cualquier activo inmobiliario, es importante analizar cuál es nuestro perfil de inversión y nuestros objetivos en el largo plazo, así como la cuantía de la inversión que podemos realizar o el tipo de activo inmobiliario que mejor se adapta a nuestras necesidades. Hay que valorar también el horizonte temporal de nuestra inversión, sin olvidar que la inversión inmobiliaria suele ser a largo plazo, al igual que la revalorización de estos activos.
Las inversiones en el sector inmobiliario suelen requerir inversiones altas, por lo que resulta recomendable tener una situación financiera estable y contar con un margen de seguridad para hacer frente a gastos imprevistos (concesión de licencias, incremento de precio de obras…).
Ten en cuenta la fiscalidad de los vehículos inmobiliarios
La fiscalidad constituye otro apartado importante en la inversión en activos inmobiliarios. Debemos tener en cuenta impuestos a los que habrá que hacer frente como el IVA del 10% en viviendas de nueva construcción, el Impuesto de Transmisión Patrimonial para viviendas de segunda mano o el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, entre otros.
Infórmate bien sobre la situación del mercado inmobiliario.
Antes de plantearnos invertir en cualquier tipología de activos inmobiliarios, tenemos que estar bien informados de la situación del sector, sus previsiones futuras, así como todos los condicionantes que influyen. Además, la actual crisis de la COVID-19 nos obliga a tomar un periodo más amplio de reflexión antes de tomar cualquier decisión, teniendo en cuenta que todavía no sabemos la magnitud económica de la crisis, pendientes de posibles nuevos rebrotes, y los grandes cambios sociales que se pueden producir en el comportamiento de la sociedad, en relación con la extensión del teletrabajo o las nuevas preferencias a la hora de elegir el tipo de inmuebles donde queremos vivir y en qué ubicaciones.
La consultora CBRE pronostica que el precio de la vivienda bajará entre un 2% y un 7% en 2020, con mayores caídas en zonas turísticas, mientras que los precios en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona se mantendrán estables.
En todo caso, a la hora de comprar un activo inmobiliario para su posterior alquiler, debemos tener en cuenta la rentabilidad esperada de los diferentes activos que, en líneas generales, se sitúa por encima de otros productos financieros tradicionales como al deuda pública o fondos de inversión. En 2019, la rentabilidad media del alquiler se situó en el 9,9% en oficinas, 8,9% en locales, 7,4% en vivienda y 6,7% en garajes, según datos del portal idealista. No obstante, en el escenario actual, la morosidad es un factor que el inversor debe considerar, ante la posibilidad de que los impagos se disparen en un escenario de crisis.
¿Solo existen la inversión directa o también a través de otros vehículos?
Más allá de la inversión directa en diferentes activos del sector inmobiliario, que suelen estar acotados para inversores con una cierta capacidad económica, también tenemos la opción de invertir en inmobiliario a través de bolsa, fondos de inversión o en SOCIMIS o incluso a través de plataformas de financiación participativa que incluyen proyectos inmobiliarios, lo que nos permitirá diversificar nuestra cartera y encontrar opciones interesantes de rentabilidad. No obstante, es importante conocer cuáles son las características de estos vehículos financieros y las condiciones que traen aparejados, así como sus elementos fiscales.
Pide ayuda a un asesor financiero
Sin duda, será la mejor manera de planificar cuál es la inversión más ajustada a nuestras características, perfil de riesgo y horizonte temporal. Un asesor financiero puede trazar una estrategia para lograr las mejores opciones de inversión o incluso ayudarnos a saber cuál es la cantidad que podemos dedicar para la adquisición de un inmueble o algún otro activo.