Los hogares de los españoles mayores de 55 años cuentan, en su gran mayoría, con una situación económica saneada. Así se desprende del IV Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, en colaboración con Google. El 55,8% de la población sénior dispone de más de un ingreso en el hogar y el 53% reconoce ayudar económicamente a miembros de su familia o personas de su entorno cercano.
Es más, el grupo de edad de entre 61 y 65 años es el que más apoyo ofrece (58%), seguido del grupo comprendido entre los 66 y los 70 años (57%). En este sentido, son mayoría los seniors que creen que esta tendencia de ofrecer soporte económico a personas cercanas no disminuirá en los próximos años, sino todo lo contrario (77,8%).
El barómetro, que estudia los hábitos de los más de 16 millones de españoles que superan los 55 años -colectivo que representa el 33% de la población total y a uno de cada tres autónomos- analiza por primera vez la realidad de los séniors por tramos de cinco años de edad, lo que permite identificar pautas de comportamiento diferentes en el colectivo, especialmente a partir de los 70 años, en cuestiones de salud, vivienda y ahorro.
Ahorro y perspectiva de gasto
Actualmente, los seniors viven más años y con una calidad de vida, «lo que les permite poder seguir aportando a la sociedad más allá de su jubilación», según el estudio. Así, mantienen una sólida posición económica y una mayoría cuenta al menos con un ingreso en el hogar, vivienda en propiedad y capacidad de ayudar a su entorno.
No obstante, se ha detectado cierto pesimismo en ellos respecto a la escalada de los precios y su impacto en los gastos y el ahorro. En este sentido, el 94,5% de los seniors asegura haber notado mucho la subida de los precios, fruto de la inflación de la cesta de la compra, y 6 de cada 10 reconoce que el precio actual de la vivienda y la energía pone en riesgo su calidad de vida.
Lo seniors son pesimistas con el futuro económico del país, pero optimistas con el suyo. A pesar de que la mitad de la población mayor de 55 años se muestra segura con respecto a su situación económica, este porcentaje disminuye en los grupos de seniors más jóvenes (entre los 55 y los 65 años), así como entre los que siguen activos.
Asimismo, el 48,9% sólo puede ahorrar un 10% o menos, mientras que el 22% lo hace entre un 11% y un 30%. En este sentido, el porcentaje que consigue ahorrar a final de mes ha aumentado seis puntos porcentuales respecto a 2022, pasando de un 43% a un 49%. En los tres últimos años, esta cifra había sufrido un descenso, al pasar de un 56% en 2020, a un 48% en 2021 y un 43% en 2022.
Para 2024, se prevé un incremento del gasto en vivienda, combustible y alimentación, así como una disminución en restauración, ocio, cultura, vestido, calzado, tecnología y artículos para el hogar. El 58% considera que su situación económica no empeorará a futuro, por lo que se observa un mayor optimismo en este sentido en 2023.
No obstante, 8 de cada 10 españoles sénior creen no poder gastar menos en sanidad (85%) ni vivienda (82%) sin ver afectada su calidad de vida. Por el contrario, más del 25% piensa que sí puede hacerlo en restauración, ocio y cultura, tecnología, alimentos y bebidas no alcohólicas.
Vivienda, trabajo y pensión
En cuanto a la vivienda, a nivel general, se mantiene estable el porcentaje de población sénior con cargas en forma de hipoteca o préstamos. En este sentido, el informe revela que más del 80% son propietarios de su vivienda y sólo el 15,7% mantiene una hipoteca o préstamo. En más de 7 de cada 10 casos (72 %) el pago del préstamo para la vivienda representa menos del 30% de los ingresos percibidos.
A uno de cada tres seniors (34,6%) le gustaría sacar mayor beneficio económico de su inmueble. Casi la mitad (45%) tiene previsto residir en su vivienda actual para siempre, porcentaje que crece a medida que avanza la edad, pasando del 24% en la franja entre los 55 a 60 años, y hasta el 68% a partir de los 71 años.
El porcentaje de personas sénior con algún seguro contratado desciende por debajo de los niveles de 2020 (93%), aunque en términos generales se mantiene estable a través de los tres años de medición del barómetro. Por su parte, el 24% cuenta con un plan de pensiones, un porcentaje idéntico a 2020 y 2021,y disponen de una media de dos seguros, como el de hogar, coche y decesos.
En cuanto al trabajo, sólo 2 de cada 10 (19%) desea alargar su vida laboral más allá de la edad de jubilación, especialmente entre quienes cuentan con un nivel de estudios superior y entre aquellos con una edad comprendida entre los 66 y los 70 años (26%).
El informe destaca, además que la mayoría de los seniors españoles que se encuentran actualmente en activo (52,6%) no estarían dispuestos a reducir su jornada laboral si eso supone una reducción de su salario, así como tampoco a emprender ni a comenzar a estudiar con independencia de las ventajas asociadas. Además, uno de cada cuatro seniors (24%) tiene contratado un plan de pensiones, un porcentaje idéntico a los de 2020 y 2021 (24%).
Más consumo digital
El barómetro muestra una reducción de la brecha digital. El número de seniors que está en internet alcanza ya los 12 millones (73% de la población mayor de 55 años), lo que implica un crecimiento aproximado de un millón cada año. En 2019, esta cifra era de nueve millones.
Las actividades online que los españoles seniors realizan con mayor frecuencia son leer la prensa e informarse a través de medios digitales, ver contenidos multimedia, realizar operaciones bancarias y escuchar podcasts o la radio. También hacen uso de las redes sociales y de las principales aplicaciones: 11,8 millones de seniors usan YouTube asiduamente; 10,7 utilizan Facebook; 9,9 son usuarios de Gmail y 7,7 millones, de Instagram.