La victoria de Donald Trump en las presidenciales estadounidenses muy probablemente tendrá un reflejo en las estrategias de los inversores en los próximos trimestres. Pero, hasta entonces, las firmas ya detectaban tendencias de fondo que dejaron claras en sus cartas a los partícipes, correspondientes al tercer trimestre del año, y que también habrá que tener en cuenta a la hora de invertir.
Por ejemplo, Javier Ruiz, director de inversiones de Horos Asset Management, dedica su carta del tercer trimestre a desentrañar las causas subyacentes de los recientes acontecimientos en los mercados asiáticos. Como punta de lanza, está Japón, tras el episodio de volatilidad del verano. El experto explica que aunque los índices bursátiles, incluyendo los de Japón, han recuperado o superado los niveles previos a esa “crisis del carry” veraniega, cree que es «un caso claro de cómo una estrategia masificada -todo el mundo “apostando” en la misma dirección-, donde además se utiliza un elevado apalancamiento financiero, puede terminar propiciando episodios intensos y volátiles.
En definitiva, Ruiz concluye que en un entorno financiero tan propenso a cambios abruptos, «se vuelve aún más crucial mantener la paciencia y adherirse a una estrategia de inversión robusta y fundamentada en el sentido común, como la que implementamos en Horos».
Por su parte, Gonzalo Meseguer, director general de Santalucía Asset Management, considera que el debate de los mercados en la actualidad está en hasta dónde se bajarán los tipos de interés y en la velocidad con que las autoridades monetarias llevarán a cabo dichas bajadas, una vez que se ha evitado una recesión e «idealmente, conseguido un crecimiento sano en ambas regiones, el debate clave». Un escenario que tiene consecuencias en la cartera de la firma, puesto que de cara a los próximos trimestres, seguirá «de manera estructural» positiva con el mercado de renta fija, «que afronta un ciclo de bajadas de tipos». Tácticamente, ha neutralizado la duración, «ya que las expectativas del mercado coinciden con nuestra visión, que apunta tipos terminales del 2% en la eurozona y 3,5% en Estados Unidos».
En renta variable, las compañías en cartera de la firma «serán capaces de crecer a un ritmo muy saludable, independientemente del momento del ciclo en el que nos encontremos», aunque la carta también admite que «las bajadas de tipos de interés siempre ayudan. Hubo tres movimientos destacables en las carteras: por el lado de las ventas, salió de la cartera europea Siemens Healthineers, ante las dudas que genera la competencia del sector, mientras que Atlas Copco y Nvidia han entrado en el Santalucía Quality Acciones Europeas y en el Santalucía Quality Acciones, respectivamente.
Mientras, Carlos Llamas, CEO de EDM, considera que las alzas de los mercados bursátiles plantea la pregunta de si la renta variable está cara. el experto no duda: «Desde un punto de vista del riesgo de valoración, es evidente que se concentra en las grandes compañías y no en las medianas y pequeñas capitalizadas». En consecuencia, la bolsa ha anticipado «mucho» el impacto positivo de la inteligencia artificial, y, por ello «conviene, en todo caso, actuar con prudencia», por lo que en EDM Asset Management se ha reducido la exposición de las carteras a compañías que han tenido ya revalorizaciones estelares, cuyo ritmo porcentual de crecimiento será difícil de mantener.
En definitiva, sus decisiones en la gestión de las carteras se basan en tres puntos. El primero, un escenario económico central para Estados Unidos de desaceleración, «pero no puede descartarse una evolución menos favorable, es decir, una recesión, eso sí suave». A este se une una diversificación de las carteras para disponer de
tesorería o renta fija a corto plazo bien retribuidas, «para aprovechar oportunidades si se presentan». Por último, tener claro que «el mundo no se acaba» y que la incertidumbre siempre ha existido, por lo que a pesar de ello, «las mejores compañías siguen su exitosa trayectoria de crecimiento». En definitiva, la firma insiste en seleccionar empresas de calidad y, «abandonando las emociones, ceñirnos a los datos y a una visión a largo plazo, no especulativa».