Benchmark podría ser el nombre de la última estrella del Manchester City o del Liverpool, pero no, no es un jugador de fútbol inglés. Se trata de un índice de referencia que sirve para comparar con “algo tangible” la evolución de lo invertido en un fondo.
Si este concepto lo tuviera que explicar un niño diría que para seguir correctamente la clase de educación física ha buscado a una compañera que lo hace bien para tomarla como referencia y seguir e imitar sus pasos. Esta es a grandes rasgos la definición del índice benchmark, un concepto que se contempla dentro del proyecto educativo llevado a cabo por Self Bank junto a 25 gestoras de fondos, Pequeños Inversores, que busca desmitificar que las finanzas son complicadas.
Si alguien lo hace bien, puede ser una buena idea imitarle y evitar así complicaciones. A la hora de comparar inversiones, es importante tener un punto de referencia. Decir que mi fondo de inversión está subiendo o bajando un 5% puede no ser muy representativo, ya que es hay que verlo en contexto y saber qué han hecho otros fondos similares o el mercado de referencia. Es decir, si mi fondo de renta variable española ha subido un 10% y otros similares solo un 5%, iremos por el buen camino; pero si mi fondo gana un 10%, pero el resto ha ganado un 15%, en ese caso tendríamos que cuestionarnos el motivo por el que nuestra inversión se ha quedado atrás.
Todos los fondos tienen un índice de referencia o “benchmark” para que se pueda comparar y medir contra “algo tangible” la evolución de la inversión. Por ejemplo, si tengo un fondo que invierte en acciones españolas, mi índice de referencia puede ser el Ibex 35. Aunque muchos fondos tienen como objetivo batir en rentabilidad al índice de referencia, no siempre tiene que ser así; a veces existen otros objetivos como ser más conservador que el índice, etc.