La necesidad de fomentar una educación financiera a nivel nacional y de un asesoramiento financiero profesional han sido los aspectos clave del encuentro «Finanzas como clave de progreso» organizado por la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (ASEAFI). En opinión de Carlos Ciriza, presidente de ASEAFI, la formación es clave para lograr una planificación financiera a lo largo de nuestra vida. «Es importante nutrirse de conocimientos financieros desde las primeras fases del sistema educativo, apostando por la enseñanza de esta materia en los colegios». Asimismo, Ciriza también destacó la importancia de confiar en el asesoramiento profesional a medio/largo plazo, «frente a la tendencia ‘cortoplacista’ del inversor español”.
En la misma línea, Juan Gómez Bada, asesor de Avantage EAFI, y Rafael Casado, director de operaciones de Finect, hicieron hincapié en la importancia de un asesoramiento financiero experimentado y de calidad que transmita seguridad a la hora invertir. «Acudir a profesionales de la inversión y dejarse aconsejar por ellos no es un signo de debilidad, sino, más bien, de lucidez», afirmaron.
Además, Bada ha asegurado que la figura del asesor ganará peso al igual que sucede en el mundo anglosajón, señalando que “la EAF te permite centrarte de verdad en las necesidades del cliente, sin conflicto de intereses”, frente a otras figuras.
Respecto a la cualificación y la formación del asesor financiero, Josep Soler, consejero de EFPA Europa y delegado ejecutivo de EFPA España, destacó la formación continua que se le exige a estos profesionales con la entrada en vigor de la normativa europea MiFID II. “La figura del asesor cualificado tendría que dejar de ser una excepción, puesto que, de aquí en adelante, la personas que trabajen con un cliente deben estar preparadas y continuamente recertificadas”, explicó. Y, en este sentido, se ha referido a la personalización que aporta, a la reducción de conflictos de intereses que supone contratar a una EAF, la calidad, la confianza y laindependencia que añade al servicio, aseverando que “lo tradicional dará mejores
resultados”.
Asimismo, Soler se mostró partidario de que la formación esté también en lado del inversor, no solo en el del profesional. “Estoy convencido de que contar con unos clientes mejor formados en finanzas contribuye a aumentar el valor añadido que aporta el trabajo del asesor”.
La oportunidad de invertir en tecnología
La inversión en tecnología tiene y tendrá un enorme potencial en los próximos años. Carlos Magán, responsable de desarrollo del plan de expansión de Afi y de su gestión con clientes institucionales, destacó el enorme contraste existente entre Estados Unidos y China con respecto al resto del mundo en cuanto a inversión tecnológica. «Con una Europa prácticamente ausente en la disputa, norteamérica y el gigante asiático compiten y monopolizan un sector que va ganando enteros con el paso de los años», afirmó Magán.
Magán ha explicado que a la hora de invertir en tecnología, los inversores deben tener en cuenta los tres principales subsectores: software y semiconductores, cuya innovación y desarrollo se encuentran en constante crecimiento y hardware, con un desarrollo mucho más lento y reservado. «Las dos primeras categorías serían de gran atractivo para el inversor, mientras que el hardware se encuentra en una posición menos favorable». afirma Magán.
En cuanto al riesgo y la volatilidad que tradicionalmente se atribuye a la inversión en este sector, un estudio realizado por Afi en el que se analizó la inversión tecnológica durante la útima década, concluye que el sector cada vez tiene menos riesgo. “Se encuentra a niveles similares a los de un sector tradicionalmente defensivo como el de la salud”, aseguró Magán.