Como respuesta a la creciente demanda de los inversores particulares interesados en hacer crecer sus ahorros a través de diversos instrumentos de inversión, España ha experimentado un notable aumento en el número de asesores financieros durante los últimos años. Este cambio refleja la evolución de la mentalidad de los españoles, quienes cada vez más reconocen la importancia de contar con el asesoramiento de expertos profesionales que les apoyen en la toma de sus decisiones financieras.
Esta creciente demanda de asesoramiento financiero se debe a varias razones, como el aumento de la cultura financiera, la creciente complejidad de los mercados financieros, una posible falta de detalle del amplio catálogo de productos a disposición del inversor, la erosión del valor de los ahorros generada por la inflación y la consiguiente necesidad de optimizar los rendimientos de las inversiones. En este contexto, el asesoramiento financiero experto se posiciona como una importante vía para que cada inversor particular tome las mejores decisiones de inversión.
El director de Caser Asesores Financieros, Asier Uribeechebarria, sugiere cinco claves fundamentales que todo inversor debe considerar a la hora de seleccionar un asesor.
1. Un profundo entendimiento de las necesidades financieras del inversor. Un asesor financiero debe poseer un conocimiento exhaustivo de las necesidades financieras del inversor a lo largo de su vida. Esto implica evaluar su nivel de conocimientos financieros, como la relación riesgo / rentabilidad, especialmente al evaluar alternativas como el tener el dinero parado en una cuenta corriente frente a una inversión en renta variable a medio-largo plazo, especialmente en un contexto de inflación elevada.
Además, es necesario analizar cuidadosamente las metas, prioridades, plazos de inversión y tolerancia al riesgo de cada inversor para crear una estrategia personalizada que se adapte a sus circunstancias individuales. Para ello, es fundamental que los clientes completen un test de idoneidad y/o un test de conveniencia, con el fin de evitar la contratación de productos que no comprendan o que puedan generar pérdidas mayores a las aceptables.
2. Planificación financiera integral para alcanzar objetivos. El asesor financiero desempeña un papel fundamental al ayudar al inversor a definir objetivos financieros claros y desarrollar un plan para alcanzar objetivos vitales como la jubilación, la educación de los hijos, la gestión de la deuda y la protección del patrimonio. Trabajando en estrecha colaboración, se elabora un plan realista que se ajusta a medida que evolucionan las circunstancias del inversor. Durante este proceso, se consideran aspectos como el horizonte temporal de inversión, los plazos de disponibilidad de los fondos, la capacidad de ahorro y la cantidad destinada a la inversión.
3. Adaptabilidad y flexibilidad en la estrategia de inversión. A lo largo del ciclo de vida del inversor, es inevitable que surjan cambios e imprevistos, como la llegada de un nuevo miembro a la familia, un cambio de trabajo o las fluctuaciones del mercado. Ante estas situaciones, un asesor financiero debe estar preparado para brindar apoyo y ayudar al inversor a adaptar su estrategia de inversión en función de estos eventos.
La clave reside en mantener una revisión regular de la cartera de inversiones, lo cual permite evaluar su rendimiento y ajustarla si es necesario. El asesor financiero se encargará de reequilibrar la cartera para asegurar que siga siendo coherente con el perfil de riesgo y los objetivos financieros a largo plazo del inversor. Así, en momentos de cambios significativos, como los mencionados, el asesor trabajará en estrecha colaboración con el inversor para realizar los ajustes necesarios en función de las nuevas circunstancias.
4. Comunicación efectiva y empatía en la relación asesor financiero-inversor. La comunicación clara y efectiva es un pilar fundamental para establecer una relación sólida entre el asesor financiero y el inversor. El asesor debe poseer la habilidad de explicar conceptos financieros de manera accesible y comprensible, evitando el uso de terminología técnica excesiva. Asimismo, la comunicación efectiva implica escuchar activamente las inquietudes, preguntas y necesidades del inversor. El asesor financiero debe fomentar un ambiente de apertura y confianza, donde el inversor se sienta cómodo compartiendo sus metas y preocupaciones relacionadas con sus planes.
La empatía desempeña un papel esencial en esta interacción. El asesor financiero debe comprender las necesidades emocionales y psicológicas del inversor, reconociendo que las decisiones financieras también están influenciadas por factores subjetivos. Al mostrar empatía, el asesor puede brindar un apoyo significativo y una tranquilidad adicional durante períodos de incertidumbre o volatilidad del mercado. Esto ayuda a fortalecer la relación y a generar confianza mutua.
5. Monitoreo y seguimiento continuo para un asesoramiento financiero eficaz. El asesoramiento financiero va más allá de un evento puntual; es un proceso continuo que requiere un compromiso constante. Un asesor financiero debe estar dedicado al monitoreo regular de la cartera del inversor, llevando a cabo revisiones periódicas y asegurándose de que la estrategia de inversión esté alineada con los objetivos a largo plazo.
El asesor financiero se encarga de brindar actualizaciones periódicas al inversor, manteniéndolo informado sobre el progreso de su inversión y proporcionándole una visión clara del panorama financiero. Además, el asesor está atento a los cambios económicos y personales que puedan impactar en la estrategia de inversión, adaptándola en consecuencia.
Este enfoque proactivo permite al asesor financiero brindar un servicio personalizado y actualizado, asegurando que la estrategia de inversión siga siendo relevante y efectiva durante todo el ciclo de vida inversor. Aplicando estas claves, un asesor financiero se convierte en un agente valioso para el inversor, brindando un apoyo integral y personalizado. Estas prácticas ayudarán al cliente a alcanzar sus objetivos financieros, a navegar por los cambios e imprevistos, y a adquirir un mayor conocimiento y confianza en el mundo de las inversiones.