“Somos optimistas en la adaptación al nuevo entorno y contexto, aun sabiendo que se va a producir un tsunami regulatorio mientras el mercado español se adapta a la nueva normativa”, ha señalado Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi, en la inauguración de la jornada Aseafi Green Evolution II. Y es que el experto ha insistido en la idea de que “estamos viviendo una transformación total del sistema financiero como una herramienta de impacto y alineado con las políticas europeas”.
La jornada, que ha contado con más de 300 seguidores, ha abordado los cambios que introduce Green MiFID, aplicable desde el pasado mes de agosto. Esta nueva regulación introduce aspectos ESG en el proceso de inversión y asesoramiento, y supone una nueva manera de aproximación al cliente.
Precisamente de estas novedades normativas ha hablado Úrsula García, socia de finReg360, quien ha señalado que “intentar regular por primera vez una realidad es complicado”, haciendo referencia a la responsabilidad que deja la nueva normativa en el asesor, para ayudar al cliente a saber cómo de sostenible es la inversión que realiza. “Es importante que el cliente entienda qué es razonable y qué no según el mercado. Por ejemplo, un 50% de inversiones según la taxonomía no puede ser, no existe. El ejercicio de explicar al cliente es muy importante”, ha señalado. Respecto a la diferencia entre Green MiFID y SFDR que ha provocado que, por ejemplo, fondos clasificados como artículo 8 no sean elegibles por Green MiFID, García ha dejado claro que “no es que Green MiFID y SFDR no estén alineadas, es que nunca se pretendió”.
No habrá una oleada de inversor retail sostenible
Andrea González, subdirectora general de Spainsif, ha recordado que gracias al Plan de Acción de Finanzas Sostenibles tenemos la información, las herramientas y el incentivo, pero insiste en que hay una “arritmia total” en el calendario regulatorio que “ha generado esquizofrenia en los tiempos”, lo que ha provocado que “más que un tsunami regulatorio, sea un sudoku”.
Como resultado, la opinión general es que va a ser complicado determinar qué inversiones son sostenibles. En este sentido, González ha reconocido que el contexto geopolítico y el contexto de desarrollo de la regulación nos invitan a pensar que «la oleada de comercialización de productos sostenibles al cliente retail no será tan oleada como creíamos, porque la materialización de este test de idoneidad modificado es compleja a la hora en la que el cliente consiga manifestar satisfactoriamente sus preferencias de sostenibilidad, a la vez que es complejo registrar esa información». «Tendremos que rebajar las expectativas”, ha añadido.
Los retos para el asesor: ofrecer transparencia e información
Además, la nueva normativa Green MiFID pone el foco en otra serie de cuestiones a plantearse entre asesor-cliente además de la rentabilidad, como son los riesgos y el impacto de las inversiones. Temas como la educación en finanzas sostenibles, la obtención de datos fiables y la digitalización van a ser las grandes herramientas con las que va a jugar el asesor, según se ha comentado en la mesa redonda bajo el título Enfoque ESG desde el asesoramiento, en la que han participado Ismael García, gestor de Inversiones y selector de Fondos en Mapfre AM; Pilar Vila, directora de Marketing y Comunicación de Schroders y Úrsula García, socia de finReg360. Los expertos han coincidido en que la regulación cambiante les pone las cosas un poco más difíciles y debe existir gran transparencia.
Respecto a la importancia de adoptar una postura didáctica, Vila ha advertido que “la solución para un tema complejo no es la sobre simplificación, sino la sofisticación”. “Hacerlo comprensible y amable beneficia tanto al inversor como al asesor”, ha añadido García. En cuanto a los mitos que rodean a la inversión sostenible, como la creencia de que compromete la rentabilidad, Vila ha insistido en que la sostenibilidad está para quedarse. “Ninguna empresa que vaya a contracorriente de la sostenibilidad podrá tener éxito a largo plazo. Todo el mundo quiere ser sostenible, pero a veces se desconoce el potencial”, ha apuntado.
A pesar de los retos, de lo que no hay duda es de que las inversiones sostenibles han llegado para quedarse. Guillermo Santos, socio de iCapital, ha señalado que hay cuatro áreas principales a considerar para lograr una economía sostenible: diversificar la economía, impedir que crezcan desigualdades, hacer sostenibles las finanzas y actualizar y mejorar las instituciones, y ha añadido que estas capacidades están solo en manos de Occidente, por lo que la industria financiera “debe alcanzar la sostenibilidad no a costa del crecimiento, ni del inversor y tampoco de su rentabilidad”.
Paciencia y flexibilidad para adaptar los productos
La segunda mesa redonda ha estado moderada por Fernando Ibáñez, bajo el título Readaptación del producto ESG, y en la misma han intervenido Ana Rosa Castro, sales director de Nordea AM, y Melanie Lange, associate, director distribution Spain&Portugal at Federated Hermes Ltd. Castro ha destacado la importancia de que las gestoras se muestren pacientes y flexibles durante el proceso de adaptación de sus productos, ya que la adaptación está suponiendo un largo e importante esfuerzo, pero se ha mostrado optimista con el futuro resultado, que permitirá la homogeneidad de criterios, lo que enriquecerá los criterios a las gestoras y facilitará mucho la comparativa al cliente.
Por su parte, Lange también se ha mostrado optimista con el proceso de homogeneización de los criterios de sostenibilidad en la fabricación de los productos financieros, que está generando una mayor trasparencia, y en el beneficio que esto supondrá para el inversor a largo plazo permitiéndole una mejor optimización del binomio rentabilidad/riesgo.
Por ultimo, Víctor Fernández, senior product manager de Clarity AI, ha explicado la importancia de contar con datos relevantes, pero ha reconocido “la dificultad de acceder a datos de ET’s, que no hay o no están completos”. En los mercados de inversión sostenible de hoy en día, un grupo creciente de taxonomías financieras emergentes tiene como objetivo aclarar qué significa ser sostenible. Como un sistema de clasificación común para las actividades económicas sostenibles, la taxonomía de la UE es pionera en el campo y será fundamental para lograr los objetivos de reducción y mitigación de emisiones del Pacto Verde de la Unión Europea.
Sin duda, cumplir Green MiFID va a requerir del asesor financiero nuevos conocimientos y habilidades para entender y hacer entender al cliente cuáles son sus opciones a la hora de invertir en aspectos sostenibles y qué evolución está teniendo la opción sostenible elegida.