Los españoles tienen las expectativas de inversión más bajas, tanto a nivel global como en Europa, según el último Estudio Global de Inversión de Schroders. Más de un año después del inicio de la pandemia, la situación económica y social parece haber reducido su optimismo, ya que sus expectativas de rentabilidad han pasado al 8,9% después de alcanzar el 10% en 2020.
Hace poco se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, muy afectada por la pandemia e influenciada, en muchas ocasiones, también por las finanzas. De hecho, según la encuesta, el 66% de los inversores españoles reconoce que el comportamiento de sus inversiones afecta a su salud mental. Además, mientras que antes de la pandemia sólo el 37% de los españoles pensaba en sus inversiones con frecuencia, ahora el 44% revisa sus carteras una o más veces a la semana, y el 22% lo hace 2-3 veces al mes.
Por otra parte, el 75% de los encuestados está de acuerdo en que, desde el inicio de la pandemia, ha dedicado más tiempo a pensar en su bienestar financiero y a reorganizar sus finanzas personales.
Entre las macrotendencias que los inversores ven con mayor potencial de mejorar la rentabilidad son la mayor adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas, el aumento del control y regulación de las compañías tecnológicas, la gestión del cambio climático y la inflación.
En cuanto al cambio climático, las generaciones más jóvenes, Z (53%) y millennials (34%), son las más optimistas sobre esta macrotendencia. Mientras que, con respecto a la inflación, en España, el 28% de los inversores cree que tendrá un impacto positivo en sus carteras, frente al 30% que opina lo contrario y el 35% que cree que no le afectará.
Respecto, a los objetivos de ahorro, el estudio refleja que el 45% de los inversores españoles afirmó que a lo largo de 2020 cumplió con sus objetivos, mientras que el 35% consiguió ahorrar más de lo previsto al reducir el gasto en aspectos no esenciales, como comer fuera, viajes y ocio.
Tras salir del confinamiento, el gasto en bienes inmuebles ha sido el área a la que más dinero se ha destinado, tanto por parte de los inversores españoles como de los globales. El 43% de los inversores españoles y los globales admitieron haber invertido o comprado un inmueble.
De los que invirtieron, el 47% de los españoles encuestados reconoció haber realizado inversiones más conservadoras, mientras que el 44% optó por aquellas más arriesgadas. Las áreas de inversión preferidas por los españoles fueron los valores tecnológicos (60%), las acciones o fondos inmobiliarios (48%) y las criptodivisas (46%).
Los asesores independientes se convierten en el punto de referencia para los inversores españoles
Llama la atención que, mientras en 2020 los inversores españoles priorizaban a los bancos como fuente de asesoramiento financiero (52%), en 2021 prefieren recurrir a asesores independientes como primera opción (47%) En paralelo, los bancos han pasado al segundo lugar (43%).
Entre generaciones las divergencias en España son llamativas. Los inversores millennials tienden a obtener asesoramiento financiero a través de un profesional independiente (el 52% de los millenials se asesora con asesores financieros independientes y sólo el 39% con bancos) mientras que los baby boomers tienden a hacerlo a través de un banco. (El 55% de los baby boomers se asesoran en bancos y sólo el 42% recurren a asesores financieros independientes).
Carla Bergareche, directora general para España y Portugal de Schroders, afirma: «La pandemia ha aumentado nuestra sensación de incertidumbre y ha reducido el optimismo de los españoles respecto a sus expectativas de rentabilidad, aunque siguen siendo elevadas. Por otro lado, es alentador ver que también ha actuado como catalizador para poner en relieve la importancia de la planificación financiera de los inversores españoles y podría explicar que casi la mitad de los españoles (47%) acuda ya a un asesor financiero para buscar consejo (cuando el año pasado solo lo hacía un 36%), por primera vez por delante de los bancos”.