Cuando ya pareciera que la pandemia producida por el COVID-19 está algo más controlada y los porcentajes de vacunación son mayores, el crecimiento del mundo y de los países, se ha comenzado a recuperar.
Sin embargo, podría verse una desaceleración en este ritmo de expansión, provocado por ciertos factores o riesgos que la gestora Carmignac detalló en su evento “La Rentrée Carmignac 2021” o “vuelta a clases” en español, realizado el pasado 23 de septiembre.
La recuperación mundial debería continuar el año que viene, pero a un ritmo más modesto que este año. La velocidad de recuperación será más lenta de lo que esperan los mercados y podría estar marcada por una inflación significativamente mayor que en ciclos anteriores, explicó la gestora.
Después de la recuperación, llega la expansión, según el director de gestión de riesgo, Frédéric Leroux, y con ello, el riesgo de recalentamiento económico que presiona a la inflación al alza, especialmente en Estados Unidos. “Habrá que monitorear activamente y es lo que haremos en los trimestres venideros”, aseguró.
De acuerdo al experto, varios factores podrían alimentar la inflación. En primer lugar, los salarios en los Estados Unidos. “Sabemos que las empresas tienen necesidad de mano de obra para hacer frente a una necesidad muy fuerte y ciertamente los hogares a través de las ayudas sociales han recibido mucho dinero que no se ha usado totalmente y la demanda hoy es fuerte”, explicó Leroux.
Entonces, la situación actual es que las empresas están dispuestas a pagar mucho por esos nuevos empleados para responder a la fuerte demanda. A esto se suma que los trabajadores tienen mucho ahorro que les permite esperar hasta que les llegue una oferta que les interese. “Estamos en condiciones que son nuevas, donde el asalariado es el que está en una posición ventajosa”, sostuvo el economista.
Lo segundo, son los alquileres, que son un elemento importante en el cálculo del índice del precio al consumidor. Según las palabras del experto, el nivel de precios de los alquileres está “artificialmente” más bajo. Esto se debe a que cuando hay desempleo hay una cláusula que permite no pagar.
Entonces, un arriendo no pagado, es cero desde el punto de vista estadístico. Según Leroux cuando termine esta cláusula, veremos el aumento de los alquileres, lo que contribuirá a la inflación.
Otro factor es la transición energética, la que ha sido extremadamente rápida y ha desalentado mucha inversión en las energías fósiles. Se ven tensiones en los precios de los alimentos y la energía, debido a factores geopolíticos y climáticos. Un ejemplo son las sequías e inundaciones provocadas por el fenómeno de La Niña en toda América.
Por último, está el riesgo de la volatilidad que guarda relación con el tema de que la economía estadounidense llegue a su crecimiento potencial. Es decir, tenemos a la economía de EE.UU. que va a llegar a su punto de máximo potencial y además a nivel mundial, habrá una disminución fuerte del crecimiento, lo que provocará una situación de volatilidad.
Y es que la política monetaria estadounidense está centrada en alcanzar el pleno empleo en su definición más amplia. Por otra parte, la política presupuestaria tiene el triple cometido de reparar las envejecidas infraestructuras del país, reducir las desigualdades raciales y sociales y rearmar el país para la lucha económica y tecnológica con su rival chino.
Esta combinación de políticas, contribuirá a mantener la economía estadounidense en una senda superior a su potencial de crecimiento en 2022. Así, se van a perpetuar las condiciones para que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 2% en EE.UU.
Pero que no cunda el pánico, porque según la visión de Leroux, los mercados no han sucumbido ante tal escenario. “Hoy en día los mercados se han mantenido muy tranquilos respecto a la inflación de Estados Unidos, porque están considerando que no podemos quedarnos mucho tiempo en este nivel de inflación”, señaló. De hecho, Carmignac proyecta que la inflación alcance su punto máximo a finales de 2021.
Proyecciones
Raphaël Gallardo, economista jefe, entregó proyecciones de crecimiento para la economía estadounidense y la europea. Para este año, espera que el crecimiento anual del PIB de Estados Unidos se ubique en 5,7% y en 4,5% para la Unión Europea. Para el 2022, proyecta que haya una expansión de 4% y 4,1% para EE.UU. y la UE, respectivamente. Hacia 2023, la zona euro crecería 2,1% y el país norteamericano 2,3%1.
De acuerdo a Gallardo, la zona euro, va a la zaga de Estados Unidos en su trayectoria de recuperación, aunque su perfil de crecimiento debería ser más resistente en el 2022 debido al impulso del programa de inversión pública Next Generation EU.
De todas formas y complementando lo que explicó Leroux, en un mundo post covid, la oferta a corto plazo se puede ver frenada por tres cuellos de botella que harán que la inflación sea la protagonista:
1. Una escasez de semiconductores
2. A la cual se añade una limitación de la capacidad de transporte marítimo y por carretera
3. Y una escasez de mano de obra en la construcción y en los servicios de atención domiciliaria
Sin embargo, se podría ver un respiro ya que Carmignac estima que estos cuellos de botella se vayan relajando gradualmente, aunque las presiones inflacionistas persistirán en distintos grados en diferentes regiones del mundo.
¿Y qué podría marcar la diferencia? la reacción de las políticas económicas locales. En muchos países emergentes como Brasil, Turquía o Rusia, la inflación de los precios de los alimentos y la energía, los está obligando a endurecer considerablemente la política monetaria. “Estamos ante al mayor movimiento de ajuste monetario de los países emergentes desde el gran temor inflacionista de principios de 2008”, sostuvo Gallardo.
No obstante, la diferencia fundamental con 2008, es que esta vez China no será el origen de un nuevo súper ciclo de materias primas. ¿Por qué? Gallardo explicó que dado que el presidente de China está embarcado en una triple campaña para transformar la economía de China a través del desapalancamiento de las empresas, la descarbonización y la descartelización de los sectores digitales, esta ambiciosa transformación de la economía china, descarta cualquier escenario de despegue sostenible de la inflación global en 2022.
En conclusión, la desaceleración de la recuperación, podría verse amplificada por una nueva ola epidémica. También persistirán las tensiones en los precios, aunque se espera que la inflación alcance su punto máximo a finales de 2021.
Si les interesa ver el replay completo del evento La Rentrée Carmignac 2021, puede hacer clic en el enlace siguiente.
1Fuente: Carmignac, La Rentrée Carmignac 2021 – 23/09/2021