El crecimiento exponencial de la industria de los videojuegos ha captado la atención mundial, y España no es la excepción. Según datos proporcionados por la Asociación Española de Videojuegos, en 2022, la facturación total del sector alcanzó una cifra récord de 2.012 millones de euros. En paralelo, España se posiciona como el cuarto país europeo con mayor penetración de videojuegos, alcanzando un 45% de la población (ameTrack).
Este fenómeno encuentra su principal motor en la juventud: son casi 8 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 29 años en España los que juegan a videojuegos (FAD). Sin embargo, se ha revelado un desafío importante: muchos de estos jóvenes carecen de acceso a servicios bancarios tradicionales para realizar transacciones en el entorno virtual.
Esta necesidad ha impulsado a los jóvenes a recurrir a alternativas como criptomonedas, tarjetas recargables y al uso de las tarjetas bancarias de sus padres. Esta situación presenta una oportunidad única para las instituciones bancarias. Los bancos podrían desempeñar un papel clave al ofrecer aplicaciones innovadoras que no sólo atiendan las necesidades de los jugadores, sino que también permitan a los jóvenes adentrarse en el mundo financiero y adquirir habilidades en la gestión de su economía personal.
Las wallets o billeteras digitales emergen como la solución ideal para abordar esta problemática. Estas aplicaciones se caracterizan por su facilidad de uso, accesibilidad y seguridad, y permiten a los usuarios realizar una variedad de operaciones directamente desde sus dispositivos móviles. Además, fomentan la educación financiera al permitir a los jóvenes no sólo aprender sobre temas vinculados al mundo financiero sino también tener un control de los gastos e ingresos de manera simple y desde temprana edad.
El uso de billeteras digitales ofrece múltiples ventajas a los usuarios, como el acceso rápido a productos financieros e información, la comodidad y rapidez en las operaciones, disponibilidad las 24 horas del día y los 7 días de la semana, y un alto nivel de seguridad en las transacciones digitales.
Este escenario abre la puerta a una colaboración estratégica entre la industria de los videojuegos y el sector financiero. Los bancos, con su experiencia en tecnología financiera y servicios bancarios, están en una posición privilegiada para desarrollar soluciones que satisfagan las necesidades de los jóvenes consumidores familiarizados con las herramientas tecnológicas.
“El futuro de la intersección entre los videojuegos y la tecnología financiera es prometedor. A medida que los bancos abrazan las soluciones digitales y las adaptan a las demandas específicas de la generación gamer, se espera que la experiencia financiera de los jóvenes se transforme de manera significativa”, ha afirmado Gabriela Giannattasio, vicepresidenta de EMEA de Veritran. “Ya tenemos casos de éxito y varios proyectos a la vista para seguir extendiendo el uso de las wallet gamers”.
Entre los aspectos diferenciales a tener en cuenta a la hora de desarrollar este tipo de wallets se encuentran una interfaz intuitiva y transacciones digitales ágiles, el rápido acceso a productos e información, los programas de loyalty, además de la autogestión y un alto grado de seguridad que no sacrifique la experiencia de usuario.
Además, Giannattasio también recuerda la oportunidad que supone para las entidades financieras tradicionales este segmento de clientes: “Para los bancos tradicionales, estas aplicaciones digitales también representan una puerta de entrada a una relación con los más jóvenes. Para éstos, será su primera interacción con una entidad financiera con lo que los bancos, si lo saben aprovechar bien ofreciendo un servicio adecuado a ellos, pueden trabajar la fidelización de un cliente que podrá crecer financieramente de su mano”.