En una noche histórica en Christie‘s en Nueva York, Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci, una representación de Cristo como ‘Salvador del Mundo’ por uno de los artistas más grandes y famosos de la historia, se vendió por 450.312.500 dólares, convirtiéndose en la pintura más cara de una subasta.
Esta pintura se vendió en 1958 en Sotheby’s, donde consiguió 45 libras esterlinas, cuando aún se consideraba una copia. Luego en una pequeña subasta regional en los Estados Unidos en 2005, se descubrieron vetas excesivamente veladas y empezó una investigación de seis años que culminó con la inclusión de Salvator Mundi en la histórica exposición 2011-12 de la Galería Nacional de las pinturas sobrevivientes de Leonardo, la muestra más completa de tales obras jamás realizada, que selló su aceptación como una obra totalmente autógrafa de Leonardo da Vinci.
El poseedor anterior del precio récord para una pintura antigua fue la masacre de los innocentes de Peter Paul Rubens, que se vendió por 76,7 millones de dólares en 2002. La pintura de da Vinci más cara antes vendida era Caballo y Jinete, un trabajo en papel, se vendió por 11.481.865. El récord anterior de la obra de arte más cara en una subasta se estableció en la misma sala de ventas de Christie, cuando Les Femmes d’Alger (Versión ‘O’) de Picasso logró 179.364.992 dólares.
Estos récords quedaron batidos cuando Jussi Pylkkänen, presidente global de Christie, dio fin a la subasta del lote 9 después de una extraordinaria batalla de ofertas que duró poco menos de 20 minutos. El concurso se redujo a dos postores, con los incrementos saltando en un punto de 332 millones a 350 millones en una sola oferta, y luego, en poco menos de 18 minutos, de 370 millones a 400 millones. Después, el copresidente de Christie, Alex Rotter, hizo la oferta ganadora por parte de un cliente al teléfono, lo que culminó con aplausos.
De acuerdo con Christie’s «este impresionante precio refleja la extrema rareza de las pinturas de Leonardo da Vinci: hay menos de 20 en existencia reconocidas como de la propia mano del artista, y todas, aparte de Salvator Mundi, se encuentran en colecciones de museos».