El pasado 10 de diciembre fallecía, a la edad de 82 años, Joseph Safra, el banquero más rico del mundo y el segundo hombre más rico de la Latinoamérica según la lista Forbes 2020. Sus herederos, viuda y 4 hijos, recibirán una fortuna valorada en 17.600 millones de dólares y su grupo empresarial deberá hacer frente al reto del relevo generacional.
El Grupo está formado por bancos de propiedad privada que operan bajo el nombre de Safra y participaciones de inversión en sectores diversos que incluyen el inmobiliario y la agroindustria, según se explica en la página web del grupo. Los activos bancarios del Grupo, valorados en 85.000 millones de dólares por Bloomberg, que tienen representación en más de 165 lugares en todo el mundo, son: J. Safra Sarasin, con sede en Basilea, Suiza; Banco Safra, con sede en Sao Paulo, Brasil; y Safra National Bank of New York con sede en la ciudad de Nueva York, todos independientes entre sí desde el punto de vista de la supervisión consolidada.
Las propiedades inmobiliarias del Grupo, con un valor aproximado de 2.300 millones de dólares según Bloomberg, consisten en más de 200 propiedades comerciales, residenciales, minoristas y agrícolas de primer nivel en todo el mundo, como el complejo de oficinas 660 Madison Avenue de la ciudad de Nueva York y el emblemático edificio Gherkin de Londres. Sus inversiones en otros sectores incluyen, entre otros, participaciones de agronegocios en Brasil y Chiquita Brands International. Inc.
Familia judía de origen sirio
Joseph Safra, nació en 1938 en el Libano y emigró a Brasil en los años 60 donde su padre Jacob, perteneciente a una saga de banqueros judíos de origen sirio, fundó el Banco Safra en 1957. Joseph continuó con el negocio junto con uno de su hermano Moise, y posteriormente crearon Safra National Bank de Nueva York y Banque Safra en Luxemburgo. Los hermanos empezaron a tener desavenencias de negocio en el año 2000, que quedaron saldadas con la venta de la participación de Moise a Joseph en 2006, por un valor de 2.500 millones de dólares, según Bloomberg. Moise falleció en 2014.
En 1969, se casó con Vicky Sarfaty, con quien tuvo 4 hijos y 14 nietos. Safra al llevar muchos años enfermo de párkinson, sí tomo medidas de cara a su sucesión. De esta forma, y según reporta Bloomberg citando un comunicado oficial, sus cuatro hijos recibieron acciones del principal activo del grupo, Banco Safra, el pasado mes de diciembre.
Enfoque menos tradicional de los negocios
Dos de sus hijos ya estaban involucrados en la gestión diaria de los negocios: su primogénito, Jacob, está a cargo de J. Safra Sarasin, Safra National Bank of New York y activos inmobiliarios en Estados Unidos mientras que su hijo David se ocupa del Banco Safra en Brasil. Su hijo Alberto, el mediano, dejó el consejo de administración del banco en 2019, “exclusivamente con la intención personal de dedicarse a otro proyecto dentro de la familia”, según un comunicado que emitió la familia por entonces. Su única hija, Esther, se dedica a la educación y nunca ha estado involucrada en los negocios familiares.
El Banco Safra ha sido considerado un banco tradicional y con buena reputación para los negocios, aunque se vio afectado por el escándalo Madoff en 2009. La cita más famosa de Joseph Safra es: “ Si eliges navegar por los mares bancarios, construye tu banco como harías tu barco, con la fortaleza para navegar seguro por cualquier tormenta”. Sin embargo, ahora sus herederos se enfrentan al reto de modernizar sus negocios tradicionales cuya transformación se ha visto acelerada por la pandemia, y con una economía en su principal mercado, el brasileño, especialmente impactada por el covid-19.
Sin embargo, pasos en esta línea ya habían sido dados antes de la muerte del patriarca. Desde el punto de vista de los negocios, el banco brasileño, dirigido a gestión de altos patrimonios y grandes compañías, ha dado un giro digital. Así, en octubre 2020, lanzó AgZero, un banco digital sin sucursales, dirigido a clientes de alto patrimonio y de banca privada. Con anterioridad, había lanzado SafraInvest, una plataforma digital con acceso a toda la gama de sus productos y servicios.
Desde el punto de vista de una mayor exposición pública, su hijo David, ya ha dado señales de cambio frente a la actitud discreta y reservada de su padre. Así, Bloomberg, destacó su presencia el año pasado en un importante evento de la Federación de Bancos Brasileños, al que solía asistir un alto ejecutivo de la entidad y no un miembro de la familia, lo que ha sido percibido como una exhibición de su poder dentro del grupo.