Los adultos jóvenes deberían dormir unas nueve horas diarias de media, los más mayores unas siete horas y media, sin embargo en los países occidentales generalmente dormimos mucho menos. Casi un tercio de la población de los países más industrializados duerme menos de lo que debe. Para los adultos jóvenes, dormir menos de ocho horas al día genera déficit de atención, pero también un efecto menos obvio: la búsqueda involuntaria de emociones fuertes.
A menos sueño, más apetito por el riesgo
Científicos del sueño y expertos en neuroeconomía de la Universidad de Zúrich y del Hospital Universitario de Zúrich estudiaron los hábitos de un grupo de hombres sanos entre 18 y 28 años a los que se les permitía dormir solo cinco horas durante una semana. Cada día se les presentaban dos opciones para ganar, bien mucho dinero con alto riesgo de no obtener nada, o menos dinero con mayor probabilidad de acierto.
Si solo pasaban una noche con privación de sueño, las decisiones de rentabilidad-riesgo no se veían afectadas, sin embargo, cuando se cumplía la semana de mal dormir casi un 80% de los participantes optaba por la opción más arriesgada. No solo se volvían menos aversos al riesgo sino que no eran capaces de reconocerlo, asegurando que su comportamiento era “el de siempre”.
Los autores del estudio significan la importancia de que todos nos aseguremos de dormir lo suficiente, principalmente los líderes políticos y económicos que toman decisiones que nos afectan a todos. En un tono más de andar por casa posiblemente sea interesante preguntar a nuestro asesor financiero qué tal duerme, o al menos vigilar si tiene ojeras… “afortunadamente cada vez está mejor visto en el mundo empresarial dormir las horas suficientes y alardear de ello”, apunta Christian Baumann, profesor de Neurología y director Clínico de los programas “Sueño y Salud” de UZH.
La explicación científica
Por vez primera, los investigadores han demostrado que la poca profundidad del sueño en el córtex prefontal derecho está directamente relacionado con un mayor apetito por el riesgo. “Asumimos que los
cambios en el comportamiento tienen una motivación anatómica que hasta cierto punto se debe a que el córtex prefrontal derecho no puede recuperarse adecuadamente debido a la falta de sueño crónica”,
concluye Baumann.
Fuente: Angelina Maric, Eszter Montvai, Esther Werth, Matthias Storz, Janina Leemann, Sebastian Weissengruber, Christian C. Ruff, Reto Huber, Rositsa Poryazova, Christian R. Baumann. Insufficient sleep: Enhanced risk-seeking relates to low local sleep intensity. Annals of Neurology, 2017; DOI: 10.1002/ana.25023