La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha presentado el proyecto de transformación de los dos edificios más emblemáticos que la entidad tiene en la capital cántabra: el del Paseo de Pereda, la sede social del banco, y el de la calle Hernán Cortés, con el objetivo de dotar a la ciudad de modernos espacios de cultura, tecnología y emprendimiento. En el acto de presentación han participado también Gema Igual, alcaldesa de Santander, y Miguel Ángel Revilla, presidente de la región, así como los arquitectos responsables de la remodelación de los edificios, David Chipperfield y Antonio Cruz y Antonio Ortiz.
Esta misma semana la entidad financiera ha presentado ante el Ayuntamiento la solicitud para obtener los correspondientes permisos de obra.
En el acto de presentación, Ana Botín ha afirmado: “Nuestro reto es que Santander, un banco del siglo XXI, siga liderando la banca del futuro. Y nuestra sede tiene que ser un reflejo de ello; de nuestra capacidad de innovación, de nuestra modernidad, de nuestro foco en las personas, al tiempo que de nuestra historia y de nuestras raíces; local y global. Y quiero que sea también reflejo de nuestra ciudad: abierta y moderna, transparente y cercana, que sabe evolucionar desde su tradición y adaptarse a los cambios”.
Para llevar a cabo la remodelación del Edificio Pereda, se cuenta con el arquitecto David Chipperfield, conocido, entre otros trabajos, por la ampliación de la Royal Academy de Londres y la remodelación de la isla de los museos de Berlín: el Neues Museum, el Museo de Pérgamo y la Galería Nacional. En lo que se refiere al de la calle Hernán Cortés, la transformación correrá a cargo de los prestigiosos arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, cuyo estudio ha sido el responsable de la restauración del Risjksmuseum en Holanda, las estaciones de ferrocarril de Basilea y Sevilla o el diseño del Wanda Metropolitano de Madrid.
El plazo estimado de ejecución de este proyecto, que convertirá estos edificios en un referente cultural, intelectual e institucional de la ciudad de Santander y de Cantabria y que contribuirá a favorecer su progreso económico y cultural, será de 20 meses en el caso del edificio de la calle Hernán Cortés y 36 para el del Paseo de Pereda. La previsión es que las obras comiencen dentro de un año aproximadamente, una vez obtenidas las correspondientes licencias municipales, y la inversión alcanzará los 60 millones de euros. Durante la ejecución de las obras, además de contar con la colaboración de empresas cántabras, se estima que trabajen en las mismas una media de 150 personas. Además, se crearán otros 50 empleos directos para la explotación de ambos edificios.
Ambos proyectos han sido diseñados para ser sostenibles y energéticamente eficientes, y contarán con la certificación BREEAM “excelente” que acredita a los edificios como sostenibles a nivel mundial, tanto en su construcción como en su explotación, minimizando así el impacto ambiental.
El edificio del Paseo de Pereda
El edificio del Paseo de Pereda, cuyos orígenes se remontan a 1795, fue adquirido por el banco en diferentes fases. Actualmente, es la sede institucional de la entidad financiera y, tras la reforma, dejará de tener un uso exclusivo y se abrirá a la ciudad, con espacios culturales y diáfanos que refuerzan el legado histórico y patrimonial del banco a Santander y a Cantabria, al mismo tiempo que se convertirá en un nuevo foco de atracción turística, que contribuirá al desarrollo económico y social y a la generación de empleo. Su característico arco será el elemento vertebrador de todo el inmueble y potenciará la imagen del edificio, que albergará, entre otros espacios, una casa Museo Santander, un auditorio y una terraza-mirador, así como la colección de arte privada del Grupo Santander.
Más de 1.000 obras -con pinturas de Rubens, El Greco, Van Dyck, Picasso, Chillida, Sorolla o Miró, entre otros, así como la mayor y mejor colección privada del mundo de José Gutiérrez Solana- que se exponen en la actualidad en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), viajarán a Santander para ser exhibidas en esta sede, que mostrará, también, obras escultóricas y de artes decorativas, colecciones de tapices, cerámica, muebles y relojes, y una colección de billetes y monedas. Además, habrá otras exposiciones temporales mediante acuerdos con colecciones privadas de países donde el banco está presente y museos internacionales de prestigio. La tecnología será, junto con el arte, un punto central de este espacio. El objetivo es poner en marcha actividades formativas y culturales para todos los públicos y que los visitantes puedan disfrutar de las obras en distintos entornos.
El edificio de la calle Hernán Cortés
Por su parte, el antiguo Banco Mercantil, situado en la calle Hernán Cortés, será la nueva sede territorial del banco tras la rehabilitación y remodelación del edificio que llevará a cabo el estudio Cruz y Ortiz Arquitectos. Aunque el edificio ha sido reformado en varias ocasiones a lo largo de su historia, el proyecto original es obra del arquitecto Casimiro Pérez de la Riva. Data de 1900 y pertenece al “estilo francés moderno” que se desarrolló en Cantabria a finales del siglo XIX. De una gran riqueza en su lenguaje arquitectónico, se caracteriza por una mezcla de diferentes estilos como el Renacimiento, el Manierismo o el Barroco. El interior conserva la estructura de fundición original y un patio octogonal en el centro.
El proyecto prevé recuperar el valor patrimonial del edificio, al mismo tiempo que adecuarlo a las nuevas necesidades del banco. Tras la reforma, quedará dividido horizontalmente en dos partes: planta baja y semisótano, que acogerán una sucursal abierta al público; mientras que las plantas superiores estarán destinadas a oficinas administrativas de la entidad financiera. La coherencia con el edificio original se manifiesta en la organización espacial a través del patio, que se prolongará hasta la planta semisótano. De esta forma, se asegura una visión total del patio, además de mejorar la iluminación de todas las plantas, gracias al chandelier que lo corona. El nuevo proyecto se completa con la adecuación de la cubierta para que sirva como espacio multifuncional para los profesionales del banco, además de mirador para disfrutar de las vistas de la ciudad.
Durante la próxima semana, en el Palacete del Embarcadero estará abierta al público una exposición para mostrar a los santanderinos el proyecto de transformación de los dos edificios.