Robeco ha publicado, con el respaldo del Fondo Mundial para la Naturaleza de los Países Bajos, su Libro Blanco sobre la pérdida de Biodiversidad que constituirá el marco definitorio de su política en este ámbito.
«Nuestro objetivo consiste en que en los próximos años podamos medir y dirigir nuestra contribución como inversores a la protección de la biodiversidad y la naturaleza, en colaboración con WWF-NL y mediante otras iniciativas, como el Pacto Financiero por la Biodiversidad. En este documento programático exponemos nuestra travesía: dónde empezamos, qué hemos hecho, y a dónde pretendemos llegar. Esperamos que disfruten con su lectura y que se unan a nosotros en este trascendental cometido”, señala Peter van der Werf, responsable senior de Interacción de Robeco.
Bajo el título «Posicionamiento de Robeco sobre Biodiversidad: cómo integrar en nuestra inversión los riesgos, oportunidades e impactos relacionados con la naturaleza», la compañía busca integrar la biodiversidad en la gestión de activos. “El mundo natural está en crisis: la biodiversidad nunca se ha reducido tan rápido como ahora en toda la historia de la humanidad. La presión humana sobre la naturaleza pone en peligro de extinción a la escalofriante cifra de un millón de especies, muchas de ellas en tan solo unas pocas décadas. Los cambios en el uso de la tierra y el agua, la explotación directa de organismos, la contaminación y la introducción de especies invasivas amenazan a muchos ecosistemas. Sin embargo, la crisis de la naturaleza no es algo aislado. El cambio climático está acelerando la destrucción de la naturaleza, lo que a su vez reduce nuestra capacidad para retener carbono y mitigar así el cambio climático. Este bucle de retroalimentación negativa también reduce nuestra capacidad para soportar los efectos del cambio climático, ya que un ecosistema degradado no nos protege tanto frente a los desastres naturales como un ecosistema saludable”, afirma Aaron Vermeulen, director de Finanzas Verdes, WWF-NL.
El World Economic Forum calcula que la mitad de la producción económica mundial, de 44 billones de dólares, depende de la naturaleza en grado medio o alto, lo que significa que la destrucción del medio natural entraña la de nuestros sistemas económicos y financieros. La destrucción de animales, plantas y bosques debido a la actividad humana es un reto tan importante como el que supone el cambio climático para el mundo. Mediante la interacción y la integración de los riesgos (y oportunidades) derivados de la naturaleza en su toma de decisiones, los inversores tienen un papel que desempañar en cuestiones como la desforestación y los cambios en la utilización de la tierra.
Así pues y en línea con la exposición que tienen otros partícipes de la industria financiera, el estudio concluyó que alrededor del 29% de las inversiones de Robeco corresponden a sectores con un impacto potencialmente elevado en factores claves para la pérdida de biodiversidad, como la utilización del suelo y el agua dulce, seguidos por el cambio climático, la contaminación y las perturbaciones directas. Eso demuestra que la biodiversidad es un asunto muy relevante para los inversores, y que hace falta que todo el sector financiero se movilice para garantizar que la inversión contribuye a lograr los objetivos del Convenio sobre Diversidad Biológica.