En 2013, los investigadores de Unicef calificaron a los niños holandeses como los más felices del mundo, muy por delante de los de otros países industrializados. Un estudio realizado por Rina Mae Acosta y Michele Hutchison puso el foco en el hagelslag, los fideos de chocolate que los niños holandeses eligen como desayuno.
Las autoras se preguntaron si el hecho de tomar chocolate para desayunar podía estar entre los motivos de esa demostrada felicidad infantil holandesa, pero lo cierto es que el motivo puede que no sea de tipo físico. El informe de Unicef revela que el 85% de los niños holandeses de entre once y quince años desayunaban a diario en familia. De hecho, sentarse a comer alrededor de la mesa en familia, antes de ir a la escuela y el trabajo es una rutina que sustenta la vida holandesa.
Lo que los holandeses parecen entender es la importancia de comer comidas regulares, comenzando con la comida que rompe el ayuno nocturno. Hay diversas investigaciones que señalan los beneficios de desayunar a diario para evitar alimentos no saludables durante la mañana, disminuir el riesgo de obsesidad y aumentar la capacidad del niño para concentrarse en la escuela. Los holandeses están entre los que más tiempo dedican al desayuno y eso parece hacerles más felices y sanos. Pero, quizás la clave está en el valor que le otorgan a la idea de comenzar el día juntos alrededor de la mesa del desayuno como una experiencia relajada y de unión para toda la familia.
¿Una dieta saludable y equilibrada?
Sorprende, además, que los fideos de chocolate sean la pieza central del desayuno en Holanda. Es cierto que los holandeses tienen fama de ser aburridos en la cocina y, quizás, la mejor forma de describirlos sea que optan por alimentos fáciles y rápidos en su preparación además de ser asequibles y nutritivos.
Sin embargo, un estudio de Oxfam realizado en 2014 reveló que Holanda tenía «la mejor alimentación del mundo». Oxfam, una organización que trabaja para combatir la pobreza global, examinó cuatro criterios: si había abundante suministro de alimentos, cuán asequibles eran, si eran de buena calidad, y si provocaban altas tasas de obesidad y diabetes. Reino Unido se quedó en décimo lugar mientras que EE.UU. ocupó el vigésimo primer puesto, porque aunque los alimentos en EE.UU. obtuvieron altos niveles de asequibilidad y calidad, el ranking del país fue derribado por la alta incidencia de obesidad y diabetes.
El informe de UNICEF apoya la afirmación de Oxfam. Los niños holandeses obtuvieron las tasas de obesidad más bajas de los veintinueve países industrializados encuestados. Sólo el 8,36% de los niños holandeses de entre once y quince años fueron considerados obesos. Lamentablemente, en todos los países, a excepción de los tres – Países Bajos, Dinamarca y Suiza – los niveles de obesidad en la infancia son ahora más del 10%. A pesar del pan, la mantequilla y los fideos de chocolate, los holandeses comen una dieta sana y equilibrada que es bastante asequible para todos.