El uso de la tecnología y las redes sociales están muy presentes antes, durante y después de nuestras vacaciones de verano. Los españoles acudimos a internet, sobre todo a las webs de opiniones y a las
aplicaciones, para seleccionar el hotel y conocer los planes de ocio disponibles en el destino elegido.
El último estudio sobre «Perspectivas y previsiones de gasto en vacaciones de verano» elaborado por American Express España, analiza cómo los españoles integramos la tecnología y las plataformas sociales para organizar y disfrutar de nuestras vacaciones.
Webs de opiniones, principales canales de información consulta
A la hora de informarse sobre un viaje, el 69% de los encuestados ven como primera opción de consulta los proveedores finales. La generación Z (35%) y los millennials (29%) son los grupos que más acuden a las redes sociales como segundo canal, mientras que la generación entre 38 y 50 años (38%) y los mayores de 50 años (33%) optan por las agencias de viaje como segunda fuente de información.
Los españoles usamos la tecnología como fuente de información para preparar nuestros viajes ya sea navegando en las webs de opiniones como en el uso de aplicaciones, cuyo uso ha crecido 5 puntos respecto a 2016 hasta alcanzar el 33%. El 79% de los encuestados asegura que visita las páginas webs de opiniones para informarse de sus viajes, siendo Tripadvisor con un 64% de cuota de uso una de sus preferidas. Booking (37%) y Trivago (15%) son los otros portales web que encabezan el listado. El uso de apps ha crecido en 5 puntos respecto a 2016 hasta alcanzar el 33%.
Seleccionar el hotel y conocer planes en el destino, son los dos motivos principales por los cuales consultamos las páginas webs de opiniones, siendo los millennials (87%) y la generación Z (84%) los principales usuarios aunque son los que menos opiniones dejan. Estos últimos acuden para conocer planes en el destino de sus vacaciones (66%) mientras que la millennials en un 62% navegan para seleccionar el hotel en el que se van a alojar.
Los más jóvenes y con menos poder adquisitivo, generación Z y los millennials, son los que más usan las aplicaciones siendo la búsqueda de alojamiento en un 75% y un 83% respectivamente el principal motivo deconsulta.
Instagram, la red social que más crece
Las redes sociales se han convertido en el principal escaparate para que nuestros seguidores, amigos y familiares vean nuestras vacaciones y experiencias de viaje según el 44% de los encuestados. Si ponemos el foco en las diferentes plataformas sociales, Facebook sigue liderando el ranking con un 74% de cuota de uso, mientras Instagram se coloca en segunda posición con un 65%; aunque es la red social que más crece en uso respecto a 2016 (+25%).
Entre los españoles de la generación Z y los millennials es donde las redes sociales tienen más presencia con un 77% y un 67% respectivamente, un porcentaje que desciende hasta el 41% en el caso de los encuestados de la generación de 38 a 50 y hasta el 25% en el caso de los mayores de 50.
Instagram es la red social favorita de los jóvenes, con un 88% de cuota de uso por parte de la generación Z y un 80% por parte de los millennials; mientras que Facebook es la red más usada por los españoles de entre 38 y 50 años (78%) y los mayores de 50 (90%).
Crece el uso de tarjetas de crédito y apps como método de pago
Las tarjetas de crédito (46%) y débito (47%) son los sistemas de pago más utilizados por los viajeros españoles, sin embargo, crece el uso de aplicaciones de pago móvil y el 30% de los encuestados (11 puntos más que en 2016) cuentan actualmente con una app de este tipo. De ellos, el 60% afirma que tiene previsto usarla en sus vacaciones, lo que se traduce en una subida de 10 puntos desde 2016.
Además, entre los que aún no tienen instalada ninguna aplicación de pago móvil, el 19% manifiesta su intención de instalarla en breve. A la hora de usarlas, las principales ventajas señaladas son la comodidad
(84%) y rapidez de pago (50%), mientras que, entre los inconvenientes, los mayores de 50 años siguen mencionando de forma mayoritaria que les provoca desconfianza.