Nueva York, Hong Kong y Londres, por este orden, son las ciudades más caras del mundo para acomodar a un empleado, según el índice Live/Work de Savills Aguirre Newman, que mide el coste medio de la superficie destinada a oficinas y del alquiler residencial. Tras estas tres grandes urbes, se posicionan Tokio, San Francisco y Dublín, mientras que Madrid ocupa la posición 21, con un coste de 39.700 dólares por trabajador y año.
El índice de Savills Aguirre Newman destaca que Nueva York se sitúa por segundo año consecutivo como la ciudad más cara del mundo, con un coste por empleado de 113.600 dólares por año, tras desbancar a Londres, que ocupó el primer puesto entre 2012 y 2015. El índice también subraya el crecimiento del coste en Dublín (61.100 dólares, una subida del 19% en un año), que en una década ha pasado de ser la ciudad más económica a convertirse en la ciudad europea más cara tras Londres (95.900 dólares), y el de San Francisco (65.200 dólares), que en 2008 ocupaba la posición 11 y en la edición de este año se ha colocado como la quinta ciudad más cara del mundo debido al crecimiento exponencial de Silicon Valley y del sector tecnológico.
Esta clasificación elaborada por la consultora inmobiliaria internacional apunta que el coste medio de las 34 ciudades analizadas se sitúa en 47.500 dólares por empleado y año, siempre correlacionando el coste medio del espacio de oficina y el coste medio de alquiler residencial de un trabajador durante un año.
El ranking señala que las ciudades europeas están escalando puestos en el índice debido al incremento del coste medio del alquiler residencial y al fortalecimiento del euro frente a otras divisas, como es el caso de Ámsterdam, con un incremento del 29,6%, o Madrid, con un aumento del 23,8% frente al pasado año, ciudades que han experimentado un rápido aumento de las rentas residenciales prime.
Según ha explicado Paul Tostevin, director asociado en Savills World Research, «si miramos en retrospectiva los últimos 10 años, es evidente que algunas ciudades como San Francisco han experimentado aumentos bastante constantes tanto en costes residenciales como de oficinas, ya que han ganado popularidad, mientras que otras como Moscú, quinta en 2013 entre 29 ciudades del mundo versus 19 en la actualidad frente a 34, ha fluctuado en línea con los tipos de cambio y los eventos sociopolíticos globales. Hablando en términos generales, las ciudades europeas han sido las que más puestos han escalado, con el crecimiento de Ámsterdam y Dublín, en particular, demostrando la creciente popularidad de ciudades más pequeñas que ofrecen un buen equilibrio trabajo/vida a sus habitantes».
Por su parte, Jeremy Bates, director de Savills World Occupier Services, ha agregado que «si bien el coste de los alquileres es obviamente importante, atraer el talento adecuado tiene un impacto mucho mayor en el éxito del negocio. Las nuevas generaciones son más libres y se sienten atraídas más por la ubicación de la empresa que por su nombre, por lo que las compañías deben asegurarse de elegir bien ya no solo la ciudad sino la zona cuando se reubican. Si bien los costes de alquiler están aumentando en algunas ciudades europeas, muchas todavía ofrecen un buen precio, particularmente cuando se consideran junto con el estilo de vida que proporcionan. A pesar de que las principales y más grandes ciudades del mundo no son baratas, en algunos casos y mercados el coste de las oficinas se está desacelerando dada su posición en el ciclo de rentas».