Un grupo de 85 inversores que representan más de 2 billones de dólares en activos, liderados por Fidelity International, han unido sus fuerzas para abordar urgentemente una crisis humanitaria que está gestándose en el mar y preservar la sostenibilidad de las cadenas de suministro internacionales.
Debido a la pandemia, más de 400.000 marineros están atrapados en el mar y muchos de ellos llevan trabajando hasta 17 meses sin parar, cifra muy superior a la norma del sector y al límite de los 11 meses que marca la legislación. Otros 400.000 permanecen en tierra a la espera de relevarlos, a menudo recibiendo un salario mísero o nulo. La Cámara Naviera Internacional (ICS) ha calculado que el número de marineros afectados podría alcanzar pronto el millón si este problema no se aborda con urgencia.
Esta cuestión suscita importantes preocupaciones de salud y seguridad, que se suman a las elevadas tensiones mentales y físicas a las que se enfrentan los trabajadores del mar, y podría dar lugar a graves riesgos de seguridad si unos marineros extenuados manejan cargamentos peligrosos o perecederos. Las consecuencias medioambientales de un accidente marítimo grave en el que se vean involucrados este tipo de cargas podrían ser catastróficas para los océanos y nuestra seguridad.
En una carta abierta a Naciones Unidas, y después de someter la cuestión a consultas con las principales organizaciones marítimas, como la Organización Internacional del Trabajo y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, los firmantes, entre los que se encuentran Achmea Investment Management, ACTIAM, Ethos Foundation, Lombard Odier Investment Management y MFS Investment Management, identifican la urgente necesidad de poner en marcha las siguientes medidas: seguir haciendo llamamientos para que se designe oficialmente a los marineros como “trabajadores esenciales” y se creen procesos sistematizados que permitan reemplazos seguros de las tripulaciones, como corredores protegidos y programas de pruebas de detección; concienciar, sobre la magnitud y los riesgos de esta crisis para los marineros y la sostenibilidad de las cadenas de suministro; remitir el protocolo de doce pasos de la Organización Marítima Internacional (OMI) a las entidades competentes para impulsar su implantación universal; garantizar que los marineros no superen el máximo legal de 11 meses embarcados y limitar las ampliaciones inevitables de los contratos de los tripulantes; e instar a los fletadores, especialmente los que fletan buques frecuentemente, a que acepten las solicitudes de desviación de rutas de las empresas navieras para facilitar la sustitución de tripulaciones y a que valoren la posibilidad de contribuir a sufragar los costes de repatriación de éstas.
Jenn-Hui Tan, responsable mundial de supervisión e inversión sostenible de Fidelity International, comentó: “Como inversores, es evidente que ya no se trata únicamente de un problema de las navieras ni de una crisis que esta industria pueda resolver por sí misma. El transporte marítimo es el responsable del 90% del comercio internacional y es clave no solo para la recuperación de la economía mundial tras la devastación de la COVID-19, sino también para mantener nuestro estilo de vida actual. Los marineros deben recibir la consideración de ‘trabajadores esenciales’ para permitirles prestar sus cruciales servicios de forma segura.
Creemos que es imperativo que el conjunto de nuestro sector haga sonar la alarma sobre un problema humanitario mundial desatendido y proteja nuestras cadenas de suministro internacionales. Juntos, como administradores de capitales, tenemos una responsabilidad más amplia para con las poblaciones y sociedades en las que trabajamos”.
Corey Klemmer, director del departamento de diálogo activo de Domini Impact Investments, declaró: “Los marineros, atrapados por su jurisdicción y las restricciones del COVID-19, son otro grupo de trabajadores esenciales que se enfrentan a una crisis humanitaria en esta pandemia. Necesitamos que las empresas y sus sectores den un paso al frente y aborden la cuestión en interés de estos trabajadores y la economía mundial”.