Las finanzas públicas quieren demostrar que son transparentes. Para ello, los ministros de finanzas del G20 y los gobernadores de los bancos centrales han emitido una declaración en apoyo de los Principios para la Transparencia de la Deuda, que propone el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) y que son adhesión voluntaria.
“La sostenibilidad de la deuda y la transparencia de la deuda van de la mano. Es alentador ver que el G20 y otros destacados representantes globales reconocen la importancia que tiene una mayor transparencia en el crédito y en los flujos de capital hacia los países prestatarios”, afirmó Tim Adams, presidente y consejero delegado de IIF, tras dirigirse a los delegados de la reunión del G20 a principios de junio en Fukuoka (Japón).
El G20 declaró en el comunicado que hizo público: “Apoyamos el trabajo del Instituto de Finanzas Internacionales sobre los Principios para la Transparencia de la Deuda para mejorar la transparencia de la deuda y la sostenibilidad de la financiación privada, y esperamos seguir haciéndolo».
En opinión de Adams, una mayor transparencia de la deuda facilitará el buen gobierno en las instituciones pública y ayudará a luchar contra la corrupción. Básicamente, estos Principios están diseñados para mejorar la transparencia en los préstamos del sector privado y, en particular, de los países más vulnerables. “A través de los Principios voluntarios, el IIF, que representa a la industria global de servicios financieros, se pretende evitar el nivel de acumulación de deuda que ha vuelto insostenible, inservible, y que tiene el riesgo de ser cancelada por parte de los países más pobres”, añadió.
Según explica la organización, los próximos pasos para poner en práctica los Principios requerirán identificar un repositorio de datos con fines divulgativos. “Estamos de acuerdo con la sociedad civil en que un depósito debe estar ubicado en una institución financiera internacional con la credibilidad, la capacidad y la experiencia para mantener una instalación permanente” concluyen.