Lombard Odier y Unicef han aunado su experiencia y conocimiento para elaborar la Guía de la Donación para la Infancia y la Juventud. Según explican ambas entidades, la publicación está dirigida a los particulares y fundaciones privadas que deseen prestar una ayuda tangible a los niños desfavorecidos en tres ámbitos fundamentales: la educación, la salud y la protección de la infancia.
Su objetivo es sensibilizar y fomentar el compromiso proporcionando a los donantes la información y el análisis necesarios para comprender adecuadamente los retos actuales del mundo. Ya estén relacionados con el COVID-19, el cambio climático o los conflictos armados, las nuevas asociaciones filantrópicas internacionales son más necesarias que nunca. Diez estudios de caso concretos ilustran el abanico de oportunidades que se abren a los donantes, centrados en dos prioridades: satisfacer las necesidades y los derechos fundamentales de los niños e imaginar un futuro mejor en el que cada uno de ellos pueda prosperar.
Tras el éxito de la Guía de la Donación para el Cáncer en 2018 y la Guía de la Donación sobre el Medio Ambiente en 2020, para esta tercera publicación Lombard Odier se ha asociado con Unicef y ha seguido la misma fórmula. La Guía de la Donación para la Infancia y la Juventud está actualmente disponible en inglés y pronto se traducirá al francés y al alemán.
Un contexto más difícil por culpa del COVID-19
«El mundo ha hecho enormes progresos desde la creación de Unicef: las tasas de mortalidad infantil han caído, mientras que las tasas de asistencia a la escuela han aumentado de forma generalizada. Se han aprobado muchas leyes de protección de la infancia, pero todavía hay demasiados niños que se quedan atrás. Aquí es donde la filantropía tiene un papel vital que desempeñar», afirma Bettina Junker, CEO de Unicef Suiza y Liechtenstein.
En opinión de Patrick Odier, Senior Managing Partner de Lombard Odier y presidente de la Fundación Lombard Odier, “esta guía es aún más importante ahora que la pandemia mundial ha generado una mayor necesidad de apoyo a la infancia. La recaudación de fondos tiende a tener un enfoque cambiante, impulsado por las emergencias a medida que surgen. Lamentablemente, la educación y los derechos de los niños quedan relegados a un segundo plano con demasiada frecuencia».
La pandemia está ampliando las desigualdades y amenazando décadas de progreso mundial. Además, el cambio climático está afectando a las comunidades más vulnerables, mientras que los conflictos en África, Asia y Oriente Medio se están prolongando. «Es importante recordar que detrás de cada estadística de nuestra guía hay un niño cuya vida puede cambiar para siempre. Junto con UNICEF, esperamos hacer una contribución constructiva para ayudar mejor a los niños desfavorecidos a través de la filantropía estratégica», concluye Maximilian Martin, responsable de Filantropía del grupo Lombard Odier.
Por último, desde ambas organizaciones destacan el sentido de la “filantropía estratégica”. Según indican, el dinero es esencial, pero los donantes pueden maximizar el impacto de su financiación trabajando de forma focalizada para apoyar las actividades de las autoridades públicas. “En concreto, hay cuatro formas distintas de maximizar el impacto de la filantropía: financiar la innovación, cofinanciar una iniciativa, apoyar zonas con escasa financiación y proporcionar a las organizaciones una financiación flexible que pueda utilizarse con un mínimo de condiciones. Una abundancia de opciones que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque estructurado de la filantropía”, concluyen desde Lombard Odier.