Los ultra-ricos salieron de compras para adquirir los más fabulosos y gigantes yates del mercado, según apunta el reporte de Knight Frank Wealth, que determina que la venta de súper-yates se disparó en un 40% de 2014 a 2015. El reporte realizó una encuesta entre unos 45,000 individuos del segmento de mayor riqueza, los denominados “Ultra High Net Worth Individuals”, cuya riqueza colectiva es mayor al medio billón de dólares.
Los súper-yates, definidos en el reporte como aquellos yates con más de 23 metros de eslora, son muy populares en la región del Pacífico. Los yates son extremadamente caros, no solo en el momento de su compra sino también por el coste de operarlos, que según la asociación USSA (United States Superyacht Association), puede llegar a los 4,75 millones de dólares por año para un yate de 55 metros.
Las ventas de compañías retail especializadas son las que experimentaron un mayor crecimiento. Este es el caso de Y.Co, una compañía de Monte Carlo que se dedica en exclusiva a la venta y gestión de yates, la empresa vendió unos 16 súper-yates en 2015, con una longitud media de 47 metros, por un valor total de 350 millones de dólares, el doble de la facturación realizada en 2014. Aunque todavía los niveles de ventas no alcanzan los de antes de 2008, se están acortando distancias.
Otra cuestión que está cambiando, son los destinos visitados por los súper-yates. Si en el pasado éstos eran fundamentalmente utilizados para viajar en torno al Caribe y el Mediterráneo, en la actualidad se decantan por destinos más aventureros como pueden ser Asia y la Antártica.
Con el cambio de destino, cambian los diseños de los barcos, los clientes buscan un diseño más aventurero, con más inclinación hacia los deportes de agua, diferente a las líneas más clásicas de cruceros.
Con un mayor número de súper-yates en circulación aumenta la demanda por tripulaciones altamente preparadas, incluyendo paramédicos e instructores de deportes acuáticos, que puedan navegar y gestionar barcos de semejante tamaño a más de 2.000 kilómetros de la costa.
Por regiones, Latinoamérica se sitúa en tercer lugar superando la media global de propietarios de yates, por detrás de las regiones del Pacífico y Europa, pero por delante de Estados Unidos.