El pasado 19 de enero, los intermediarios de real estate especializados en mansiones de lujo, Williams & Williams sorprendieron al mercado incluyendo en su cartera de propiedades en venta una mansión en el privilegiado barrio de Bel Air por 250 millones de dólares.
Dicha cifra convierte esta propiedad, de nueva construcción perteneciente a Bruce Makowsky, en la más cara que jamás haya estado en el mercado inmobiliario de los Estados Unidos. “La atención al detalle es absolutamente impecable”, dice el agente Branden Williams. “Si tienes el dinero, lo vale cada centavo”.
Lógicamente, la espectacular finca cuenta con todas las comodidades y caprichos que sus futuros dueños pudieran imaginar incluidos en el precio, pues la vivienda se vende cuidadosamente decorada y amueblada, con una colección de obras de arte y otra de vehículos clásicos, y un helicóptero, entre otros elementos.
“Todo es lo mejor”, dice Williams, asegurando que ya ha comenzado a recibir ofertas. Según la web del agente inmobiliario, la propiedad consta de 38.000 pies cuadrados de nueva construcción a los que hay que sumar otros 17.000 pies cuadrados de las cubiertas de ocio, distribuidos entre cuatro plantas con exterior e interior.
En ellas se encuentran dos master suites, 10 suites de invitados VIP extra grandes, 21 lujosos cuartos de baño, tres cocinas gourmet, cinco bares, un spa estudio de masaje/wellness, el mejor de los gimnasios, una piscina infinita de cristal de 85 pies, una sala de proyecciones de 40 plazas, bolera con cuatro pistas, colección de vehículos clásicos valorados en más de 30 millones de dólares, además de un equipo de siete profesionales en plantilla a tiempo completo. Contiene más de 100 obras de arte e instalaciones, un teatro portátil para el exterior, dos bodegas con sus respectivas botellas de champagne y vino, una pared llena de golosinas, y la más avanzada tecnología del mundo.