El estadio Raymond James albergará el partido de fútbol americano más importante del año en Estados Unidos a celebrarse el domingo 7 de febrero en Tampa Bay. La gran incógnita es si pandemia, con una nueva ola de contagios de coronavirus y las vacunas a un ritmo lento, podrá aplacar al Super Bowl.
Por lo pronto, los residentes de Tampa pasean eufóricos con los colores del equipo de la ciudad, los Tampa Bay Buccaneers. A pesar de que los Kansas City Chiefs son los favoritos, los locales confían con ver ganar a su equipo en casa.
La llegada de la final del Super Bowl contribuye a darle un impulso de actividad a Tampa luego de los confinamientos a causa de la emergencia sanitaria.
La ciudad respira una semana de Super Bowl desde hace varios días con los supermercados poniendo todo tipo de productos de los Buccaneers, mientras el sentir de los Chiefs llega paulatinamente, que aunque son los favoritos para el partido, están lejos de hacerlo con los aficionados, informó El Universal.
Por otro lado, Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo de negocios de clubes y eventos de la liga de la liga nacional, la NFL, comentó en el podcast What It’s Worth de Raymond James que como todos los asuntos, desde que se vive en esta nueva realidad de pandemia, hubo que diseñar estrategias para organizar esta final.
“Fue una curva de aprendizaje para todos y juntos pensamos en qué será esto, qué será diferente y cómo podemos lograr nuestros objetivos de manera segura en el Super Bowl en su edición 55”, comentó.
El estadio albergará a 22.000 espectadores y contará con estrictas medidas de seguridad sanitaria, de unos 65.000 posibles de su capacidad. Además, unas 7.500 personas serán trabajadores sanitarios que tendrán entrada gratuita tras haberse vacunado previamente.
Por otro lado, se espera que la audiencia sea igual o mayor a la del año pasado cuando 102 millones de estadounidenses se sentaron frente a la televisión. Por esta razón es que las marcas habitualmente quieran aparecen en el entretiempo. El año pasado el valor de los 30 segundos de pauta publicitaria rondaba los 5,5 millones de dólares. El acontecimiento mueve unos 5.000 millones de dólares en todo el país, según la NRF.
Sin embargo, este año, la pandemia obligó a ausentarse a varias marcas que siempre forman parte de la ronda publicitaria. Las grandes ausentes serán Budweiser, Pepsi y Ford de acuerdo a diversos reportes, prefieren invertir dinero en “agencias de publicidad para ayudar a promover que los estadounidenses reciban la vacuna contra el coronavirus”, informó el diario AS. Si bien, Pepsi no estará en los 30 segundos de pauta publicitaria, mantendrá su auspicio en el famoso show de medio tiempo.
Sin embargo, sí estarán presentes Cheetos, Bud Light, Pringles, Michelob Ultra, Mercari, Doritos, Tide, Chipotle, Hellmanns, Mountain Dew, Samuel Adams y Vroom, sólo por mencionar algunos.
Esta final, que llega a superar en audiencia a la final del Mundial de Fútbol Masculino de la FIFA y que dispara el valor del mercado de las paltas en México, tendrá un sabor especial este año, como lo ha tenido todo en el mundo.
Por lo pronto en Tampa esperan que ese condimento sea más dulce que amargo y al menos puedan ver a su equipo campeón.