El pintor catalán Kiku Poch inauguró este jueves 3 de octubre en la Galería Herraiz de Madrid una exposición dedicada a los paisajes mediterráneos, en los que la luz de su amada Menorca estará muy presente, una isla a la que el artista está estrechamente ligado desde su infancia y en la que pasa buena parte de sus veranos trabajando, siempre con el campo y el mar de Menorca de fondo.
En la muestra, que puede visitarse hasta el próximo 31 de octubre, pueden contemplarse una veintena de cuadros. Tras su paso por Madrid, Poch tiene previsto trasladarse el próximo dos de noviembre a Japón, en donde inaugurará otra exposición invitado por la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad de Fujieda. El pintor catalán ha expuesto anteriormente, además de en España, en Brasil, Estados Unidos, Francia y Hong Kong.
Actualmente Kiku alterna su trabajo entre Menorca, Mallorca, la Provence, la Costa Brava, la Riviera y la Toscana italianas y las islas griegas. Siempre cerca del mar, su gran pasión y su fuente de inspiración.
Poch, hijo de pintores (Poch Romeu, famoso paisajista, y Josefina Ripoll), aprendió a muy temprana edad a desenvolverse en el dibujo, la perspectiva, la acuarela, el aerógrafo, los acrílicos y demás técnicas. En 1993, y tras un periodo de ocho años como diseñador gráfico en una agencia de publicidad de Barcelona, en donde ganó varios premios de diseño, Kiku Poch se volcó en el óleo, según él, el medio más “noble” en pintura. Desde entonces ya nunca ha dejado de experimentar con esta técnica.