A medida que el despliegue de los programas de vacunación cobra impulso en algunos países, la reanudación de los viajes internacionales regulares ya no es una esperanza abstracta. Según la publicación del último Henley Passport Index, Japón se ha convertido en el pasaporte más poderoso en el actual contexto post pandémico.
Sin tener en cuenta las restricciones de viaje temporales y en constante evolución del COVID-19, Japón se mantiene firmemente en el primer puesto del índice (que se basa en datos exclusivos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA)), ya que los titulares de pasaportes japoneses pueden acceder teóricamente a una cifra récord de 193 destinos de todo el mundo sin visado. Singapur se mantiene en el segundo puesto, con una puntuación de 192 sin visado/visado a la llegada, mientras que Alemania y Corea del Sur vuelven a compartir el tercer puesto, cada uno con acceso a 191 destinos.
Como ha sucedido durante la mayor parte de los 16 años de historia de este índice, la mayoría de los 10 puestos restantes los ocupan países de la UE. El Reino Unido y los Estados Unidos, que siguen enfrentándose a una disminución constante del número de pasaportes desde que ocuparon el primer puesto en 2014, comparten actualmente el séptimo puesto, con una puntuación de 187 en cuanto a la exención de visados y la visita a la llegada.
Los últimos resultados indican que la brecha en la libertad de viaje es ahora la mayor desde que el índice comenzó en 2006, con los titulares de pasaportes japoneses capaces de acceder a 167 destinos más que los ciudadanos de Afganistán, que sólo pueden visitar 26 destinos en todo el mundo sin adquirir un visado por adelantado.
Aunque ha habido muy poco movimiento en el Índice de Pasaportes Henley durante los últimos cinco trimestres debido al COVID-19, el análisis temporal sí revela algunas dinámicas que se han ido forjando durante la última década. Por ejemplo, en el segundo trimestre de 2021, China entró por primera vez entre los países que más subieron en la última década. “China ha subido 22 puestos en la clasificación desde 2011, pasando de la 90ª posición con una puntuación de libre de visado/visado a la llegada de apenas 40 a la 68ª posición con una puntuación de 77. Sin embargo, la historia de cambio más notable en el índice es la de los EAU, que continúa su ascenso estelar. En 2011, los EAU ocupaban el puesto 65 con una puntuación de 67 en la categoría de exención de visado/visado a la llegada, mientras que hoy, gracias a los esfuerzos continuos de los Emiratos por reforzar los lazos diplomáticos con países de todo el mundo, ocupan el puesto 15 con una puntuación de 174”, explican desde Henley & Partners.
Otras de las tendencias que se ha observado a partir de la pandemia es que, con las amplias restricciones de viaje que siguen vigentes en todo el mundo, cualquier nivel de libertad de viaje internacional sigue siendo teórico. En este sentido, señalan: “Resulta algo irónico que Japón ocupe el primer lugar y que, sin embargo, haya tomado recientemente la difícil decisión de prohibir la entrada de espectadores del extranjero a los reprogramados Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, cuyo inicio está previsto para julio. Pero con la puesta en marcha de programas de vacunación masiva en algunas economías ricas y avanzadas, como la UE, los EAU, el Reino Unido y los EE.UU., la movilidad mundial pronto volverá a ser una posibilidad para algunos. Para los ciudadanos de las economías en desarrollo y emergentes, en las que el despliegue de las vacunas es mucho más lento y en las que los pasaportes tienden a ofrecer mucha menos libertad para viajar en general, el futuro parece decididamente menos halagüeño”.
En opinión de Christian H. Kaelin, presidente de Henley & Partners y creador de este índice, el año pasado ha demostrado que ningún gobierno es infalible, incluso las superpotencias mundiales y las naciones más ricas se tambalean, y que muchos han fallado a sus ciudadanos. “Aunque nadie espera volver a los niveles de movilidad anteriores a la pandemia en un futuro próximo, el panorama actual es ciertamente más esperanzador que hace unos meses. La última clasificación del Henley Passport Index es un recordatorio de que la recuperación económica y el desarrollo dependen de la movilidad global, incluida la libertad de viaje personal, y que el poder de los pasaportes nunca debe darse por sentados”, apunta Kaelin.