Cansancio, estrés y fallos de memoria. ¿Le suenan estos síntomas? Un número creciente de pacientes en el mundo desarrollado se está acercando al médico con un cuadro similar y una preocupación común ¿serán los primeros síntomas de demencia senil? En la Unidad de Memoria de Sahlgrenska Academy, de la Universidad de Gothenburg en Suecia, este tipo de pacientes han sido parte de un estudio específico, puesto que han llegado a representar un tercio del flujo de personas que se acercan a este instituto médico con fallos de memoria.
La psicóloga Marie Eckerström, que ha seguido a varios cientos de pacientes de estas características durante cuatro años como parte de su tesis doctoral, asegura que si bien estas personas suelen necesitar ayuda, rara vez se enfrentan a las primeras fases de una enfermedad cognitiva. El perfil de este tipo de paciente es el de un profesional con estudios superiores de entre 50 y 60 años, personas relativamente jóvenes para este contexto.
Cuando se les realizan las pruebas en el hospital su memoria está intacta, pero en su entorno diario, en el que desarrollan actividades con la presión de aprender cosas nuevas constantemente, auto perciben que algo no está funcionando bien.
Un denominador común en siete de cada diez casos es el estrés severo o la depresión. A más estrés, mayor es la auto percepción de problemas de memoria
“Hemos averiguado que los problemas de estrés son muy comunes. A menudo los pacientes nos cuentan que están viviendo, o han vivido, situaciones estresantes durante un periodo largo de tiempo afectando a sus funciones cognitivas hasta tal punto que se sienten enfermos y preocupados por ello. En algunos casos la percepción se agrava si el paciente tiene una persona en su entorno familiar con demencia y conoce bien sus síntomas”, explica Eckerström.
El objetivo de la Unidad de Memoria de Sahlgrenska Academy es precisamente detectar casos incipientes de demencia. Una vez se descarta, los pacientes abandonan el ámbito de la Unidad, pero este estudio en particular les siguió durante varios años sin que la mayoría demostrara señales de deterioro pasados cuatro años. La excepción está en los que presentaron desviaciones en los biomarcadores del fluido cerebroespinal (beta amiloide y proteína tau), para quienes el riesgo de desarrollar demencia se duplicaba.
Solo uno de cada diez pacientes con problemas auto percibidos de memoria desarrollaron demencia durante los siguientes cuatro años. Según la psicóloga Eckerström, este ratio supera lo normal en la población general, pero sigue siendo bajo
La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia, representando entre el 60% y el 80% de los casos. Según la ONG Alzheimer Europe, una de cada veinte personas mayores de 65 años sufre Alzheimer. Esta organización señala que si bien con la edad se tiende a perder memoria, la gran mayoría de las personas mayores de 80 años son lúcidas, y aunque al ir envejeciendo aumenta la probabilidad de desarrollar Alzheimer, el envejecimiento per se no es causa de la enfermedad.
Tampoco está claramente demostrado que las mujeres tengan mayor tendencia a desarrollar la enfermedad, realmente lo que ocurre es que la esperanza de vida de las mujeres es mayor, pero si los
hombres vivieran el mismo tiempo que las mujeres, la incidencia de la enfermedad en ambos sexos sería similar.