La ciencia confirma la relación entre la contaminación del aire y el cáncer. Según un estudio realizado en Los Ángeles por el Centro de Investigación de Nanomedicina Cedars-Sinai, la exposición prolongada a las partículas contaminantes del aire desencadenó la inflamación y la aparición de genes relacionados con el cáncer en los cerebros de las ratas.
Mientras que investigaciones previas documentaron la asociación entre la contaminación del aire y una variedad de enfermedades, incluido el cáncer, este estudio ha encontrado marcadores que indican que ciertos materiales de la contaminación atmosférica gruesa, en particular el níquel, pueden desempeñar un papel determinante en los cambios genéticos relacionados con el desarrollo de la enfermedad. Según Julia Ljubimova, autora principal del estudio, «esto tiene implicaciones significativas para la evaluación de la calidad del aire en la región, particularmente porque las personas están expuestas a la contaminación atmosférica durante décadas».
El estudio revela que las partículas contaminantes del aire se inhalan a través de dos vías: a través de los pulmones desde donde ingresan al torrente sanguíneo y al cerebro y a través de la nariz, donde los materiales se absrorben más directamente por el cerebro. «Limpiar el aire de la cuenca de Los Ángeles ha sido una tarea larga y ardua, y nos complace apoyar la investigación que produjo un documento tan innovador», explica William A. Burke, presidente del distrito de gestión de calidad del aire de la Costa Sur. «Debemos continuar arrojando luz sobre cómo la contaminación del aire afecta negativamente nuestra salud», añade Burke.
Ljubimova señala que si bien los hallazgos del estudio pueden ser exclusivos de la composición de la contaminación atmosférica en la cuenca de Los Ángeles, «hay muchos ejemplos de efectos potencialmente dañinos de la exposición a la contaminación atmosférica en las principales ciudades. Nuestra sociedad moderna está cada vez más urbanizada y expuesta al aire lo que hace necesarias más investigaciones sobre el daño orgánico inducido por la contaminación del aire, junto al esfuerzo concertado dirigido a reducir los niveles de contaminación».