Los eSports, el fenómeno que ha seducido a la generación millenial, son partidas de videojuegos cooperativos en línea retransmitidas para millones de jóvenes espectadores que ya mueve más de 500 millones de euros, según informa Reuters.
El sector tiene por delante un futuro prometedor duplicando sus ingresos en 2019 hasta los 1.127 millones de dólares, con una audiencia de 490 millones de espectadores, un 70% más que en la actualidad, según datos de la consultora especializada Newzoo recogidos por esta misma agencia.
Todavía lejos de los países asiáticos y de EE.UU., que lideran la tabla de ingresos y audiencia a nivel global, España busca convertirse en referente europeo apoyada en su extensa red de fibra (que llega a más hogares que en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania juntos) y en el nexo del idioma con Latinoamérica que multiplica el mercado potencial.
Según datos recopilados por JP Morgan, los eSports generan un ingreso medio de 3,3 dólares anuales por cada televidente, frente a los 34,4 dólares del seguidor de la NFL o los 37,6 dólares del de la NBA.
Con una edad media de entre 15 y los 35 años, los consumidores de eSports no son fácilmente alcanzables al habitar en entornos lejanos a los medios tradicionales. Al mismo tiempo son los clientes del futuro, el objetivo soñado.
Nada de juego, una forma de ganarse la vida
No son solo las empresas de telecomunicaciones las que han acudido a la llamada de los «millennials», algunos clubes de fútbol europeos como PSG, Shalke o Valencia han integrado en sus estructuras equipos de juegos online (no necesariamente de fútbol) fichando a «jugadores» a golpe de talonario.
En España la mayoría de los jugadores no pueden considerarse mantenidos, con salarios de entre 600 y 800 euros mensuales en el caso de los mejores al margen de posibles premios por torneo.
Los «gamers» profesionales – el trabajo soñado de muchos adolescentes, con ingresos recurrentes, teletrabajo y compatibilizando afición con profesión – entrenan 36 horas semanales, aunque actualmente en España a duras penas llegan a mileuristas.
Aunque los juegos de estrategia o de batalla conjunta dominan por ahora el mercado, el fútbol y el baloncesto están en el punto de mira y los principales equipos del mundo no quieren perderse una oportunidad adicional de hacer marca y dinero.