Existen claves, pistas y características que ayudan a distinguir al apasionado del grupo. Al runner se le identifica por estar siempre atento a las fechas de las carreras en su ciudad e invitarte a participar en ellas, a un cinéfilo porque es capaz de identificar quién es el director de una película sólo con ver qué tipo de planos utiliza en el tráiler… Y querrá compartirlo contigo aunque nunca antes hayas oído ese nombre. Pero, ¿qué les hace únicos a los amantes del vino o winelovers?
Si un día vas de afterwork con los compañeros y pide una copa de vino, todos pensarán que es el más cool de la oficina; cuando le inviten a una cena de amigos, el anfitrión le pedirá por favor que lleve el vino, que nadie lo elige como usted; regalar una botella de vino se convierte en el regalo perfecto, siempre acierta con la elección; en una cita impresionará a su acompañante al saber elegir un vino de esa larga carta que tanto asusta a los inexpertos.
Además, cuando llegue el momento de elegir destino de vacaciones, su decisión se basará en aquella región vitivinícola que todavía no ha visitado; el asombro se refleja en la cara de su jefe en esas largas comidas de negocios cuando se lanza a elegir el vino que mejor marida con el menú ejecutivo; su mantra es, y siempre será “el vino no se bebe, se disfruta”, y se descubre a si mismo recitando frases como “el sabor afrutado, “el olor a madera” ante una copa de vino; en sus redes sociales abundan los influencers del sector vitivinícola; y, sobre todo, aprovecha cualquier momento cotidiano para brindar con vino.
Si se ha visto identificado en esta larga lista de cualidades…Enhorabuena, ¡Es usted un winelover!
Si por el contrario, no cumple estos requisitos, ¡no se deprima! Aún está a tiempo de introducirse en el mundo de la enología: acuda a catas de vino, visite bodegas, siga blogs vitivinícolas… Empápese de ésta cultura para llegar a ser un referente entre sus conocidos. Mientras tanto, cuando le pregunten: ¿cuál es el mejor vino? Siempre puede responder: ¡el que más le guste!